Un año más, la Xunta de Galicia falló los Premios de Arquitectura y Rehabilitación de Galicia, una distinción con la que se reconoce a los mejores proyectos arquitectónicos de edificaciones realizados durante los años 2018 y 2019, tanto en lo que hace referencia a obra nueva como de rehabilitación.

A tenor, no solo de los premios fallados sino de todos los proyectos presentados, se puede constatar que la arquitectura gallega goza de una excelente salud y el jurado, en esa complicada tarea que supone elegir lo mejor entre lo bueno, lo ha tenido realmente difícil a la hora de decidir las obras premiadas.

Los Premios de Arquitectura y Rehabilitación de Galicia se fallaban en dos modalidades dotadas, cada una de ellas, con 6.000 euros: el Premio gallego de arquitectura, para los edificios de nueva planta u obras de ampliación que tengan suficiente entidad propia como para ser valorados de forma independiente a la construcción original; y el Premio gallego de Rehabilitación, destinado a galardonar los proyectos de rehabilitación relativos la intervenciones de recuperación y adecuación del parque edificado existente.

La calidad de los trabajos presentados hizo necesario un apartado de Menciones en el que se incluyeron aquellas actuaciones que, no habiendo obtenido premio eran merecedoras, a entender del jurado, de un especial reconocimiento.

Estos Premios de Arquitectura y Rehabilitación de Galicia 2020 contaron, así mismo, con dos Premios Especiales dotados también con 6.000 euros cada uno de ellos: el Premio a la sostenibilidad, con el que se reconoce aquella actuación que suponga “la implantación de una arquitectura responsable con el medioambiente, los recursos y las generaciones futuras” y el premio A la trayectoria profesional, con el que se quería reconocer la meritoria trayectoria profesional a favor de la arquitectura en el territorio gallego, galardón que recaía en la figura de Manuel Gallego Jorreto considerada, por los arquitectos gallegos, como “maestro y referente”.