El nombre de Guatemala, proviene del náhuatl maya Quauhtlemallan, y significa "lugar de muchos árboles". La actual República de Guatemala, es un país soberano situado en América Central, justo debajo de México, y limitada al este con el océano Atlántico y al oeste con el Pacifico. Posee una gran cultura autóctona, proveniente de mezcla entre la antigua y muy profunda cultura maya​, y la cultura latinoamericana, adquirida de la cultura castellana, heredada de la época virreinal española, aquí conocida como cultura ladina

Actualmente es el país más poblado de América Central, con cerca de 17 millones de habitantes, que se dividen en dos grandes grupos étnicos: indígenas, y ladinos o no indígenas. Esta concepción bipolar nace en tiempos de la conquista, y perdura hasta el presente. Tal es así, que los intelectuales mayas utilizan la expresión “pueblos indígenas” para referirse a los pueblos Maya, Garífuna y Xinka, que suponen el 40% de la población, y en oposición, reconocen como “pueblo Ladino”, al mayoritariamente latino proveniente de la época del virreinato español, y que se acercan al 60%.

Si deciden visitar Guatemala, continuamente transitaran ustedes en medio de estas dos culturas, todavía coexistentes

Nuestra recomendación será utilizar un mínimo de 9 días, que les permitan penetrar mínimamente en este verde, culto y tan interesante país. En este articulo, trataremos de orientarle sobre lo que consideramos “sus principales estrellas”

Antigua Guatemala

Con este popular nombre es mundialmente conocida la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, cuyo nombre oficial e histórico es Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, autentica joya de la época colonial, y comúnmente conocida simplemente como Antigua. Se ubica a solo 25 kilómetros al oeste de la moderna, y no muy interesante capital de la República de Guatemala. Debido a esto, habitualmente, suele ser el primer destino donde nos instalamos, cuando volamos desde España.

Durante la época colonial, entre 1541 y 1776, fue la capital de la Capitanía General de Guatemala. Pero después de que los terremotos del volcán Santa Marta arruinaran la ciudad por tercera vez en el mismo siglo, en el año 1776, la capital fue trasladada a la ciudad de Nueva Guatemala de la Asunción. Además, este fue el gran pretexto que las autoridades civiles utilizaron para debilitar a las autoridades eclesiásticas, y obligarlas a abandonar sus majestuosos conventos en la antigua capital, y a ocupar frágiles estructuras temporales en la nueva ciudad.

En Antigua Guatemala abundan los rincones con sabor añejo y aire de España antigua, siendo patrimonio de la Humanidad desde 1979. Actualmente cuenta con una población cercana a los 45.000 habitantes, y es reconocida por su bien preservada arquitectura renacentista española con fachadas barrocas del Nuevo Mundo. Desde la calle del Arco de Santa Catalina, la imagen del volcán del Agua podrá recordarles los repetidos terremotos a lo largo de su historia, que junto a los del volcán Santa Marta, obligaron a las autoridades a desplazar la capital a la nueva Guatemala City. Mencionaremos solo algunos ejemplos de sus múltiples joyas arquitectónica, así:

La iglesia de la Merced, un templo edificado en 1750 en estilo Barroco, que cuenta con dos torres-campanarios, y en la parte superior de su fachada, una escultura de San Pedro Nolasco, fundador de la Orden Mercedaria. Debajo aparece Nuestra Señora de las Mercedes y el escudo de la orden.

La Iglesia de San Francisco, edificada en 1.542, y que es una de las mayores en uso, de esta tan católica Antigua Guatemala. En su interior se conservan los restos del Santo Hermano Pedro San José de Betancur

Para finalizar, mencionaremos a la nueva Catedral de San José, de estilo barroco, y edificada en 1680, que sustituyó a la original, construida en 1545, pero los continuos terremotos que sacudieron a Antigua, acabaron por reducirla a ruinas. Y frente a la catedral se encuentra la Plaza de Armas, un autentico ejemplo de las grandes plazas de armas construidas en las ciudades importantes de América Latina, durante la época colonial. En el centro se halla la famosa Fuente de las Sirenas, diseñada en 1739 por el arquitecto Miguel Porras. Los grandes pechos de las sirenas, de los que brota el agua, quieren representar a las matronas nativas que amamantaron a los hidalgos.

Volcán Pacaya

Como ya comentamos, la bella ciudad de Antigua se halla rodeada por una cadena de volcanes, y resulta muy interesante dedicar medio día para acercarse a uno de ellos, conocer el entrono rural, y disfrutar de una bella caminata. Aconsejamos escoger el volcán Pacaya. Recorriendo estrechas carreteras con buen firme, bordeadas de plantaciones de café de montaña, irán apareciendo los volcanes Diablo y Acatenango, el primero de los cuales, con su fumarola en la cumbre, nos muestra que está activo. El punto de inicio de la ascensión será el municipio de San Vicente Pacaya, ubicado al pie del volcán del mismo nombre. Dado que el camino a recorrer es de ascensión continua durante aproximadamente una hora y media, para quien no quiera intentarlo, existen soluciones. Desde el punto de partida, un montón de chicos te ofrecen caballos, que al paso, y de su mano podrían hacer el trabajo por ti. Tras casi dos horas de ascensión, entre bosques de coníferas, y paradas para contemplar el paisaje, finalmente se llegará a una superficie de lava seca, con varias fumarolas de volcán humeantes. Desde lo alto, podremos disfrutar de una mezcla de desolación volcánica y verdor incipiente, realmente muy bello.

Lago Atitlán

El lago de Atitlán es el segundo lago más grande de la región Mesoamericana en cuanto a volumen se refiere, almacenando naturalmente 24.4 Km3 de agua dulce todavía de muy buena calidad, convirtiéndolo en el lago más importante de Guatemala. Además, supone una de las principales fuentes económicas del país, pues además de ser un centro turístico de mucho atractivo, sirve de mucho apoyo comercial.

En los márgenes del lago se alzan 3 importantes volcanes: el de Atitlán (3.537 msnm​), el Tolimán (3.158 msnm) y el volcán San Pedro (3.020 msnm). El lago está situado a 1.560 metros sobre el nivel del mar y tiene 18 km de longitud. Su profundidad, que varía en muchos puntos, es desconocida, sin embargo, se han sondeado puntos con más de 350 metros de profundidad.

Respecto al origen del lago de Atitlán, una teoría sostiene que se trata de un viejo cráter muerto lleno de agua, no teniendo desagüe visible. Además, se dice que donde está el lago hubo una isla que fue el epicentro de la actividad maya en la época preclásica, desde el 600 a. C. hasta el 250 de nuestra era.

En sus orillas, 12 pueblos rodean el lago, todos ellos con nombres de santos: Santa Catarina Palopó, San Antonio Palopó, San Lucas Tolimán, Santiago Atitlán, San Pedro La Laguna, San Juan La Laguna, San Pablo La Laguna, San Marcos La Laguna, Santa Cruz La Laguna, San Francisco Panajachel o Panajachel, y Santa Clara La Laguna. A estos pueblos se puede viajar desde lanchas que están a la orilla del lago. Los principales pueblos que recomendamos visitar son:

Panajachel es el pueblo más turístico y animado del Lago. Un pueblo lleno de restaurantes, hoteles y tiendas. En su calle Santander, podrán encontrar todo lo que deseen. Posee una preciosas vistas sobre el lago, y de los volcanes Atitlán, Tolimán y San Pedro.

Santa Catarina Palopó y San Antonio Palopó son dos pueblos pequeños muy bonitos sin mucho tránsito de turismo. Son pueblos con mucha tradición textil en los que podréis encontrar diferentes cooperativas de tejedoras. Los tejidos son increíbles, pero aún más las historias detrás de cada pieza de ropa que tejen (bufandas, colchas, caminos de mesa, camisetas etc..). Además, en los últimos años ha florecido una muy interesante corriente de pintores y gran número de pequeñas galerías.

San Marcos la Laguna junto con San Pedro, son los pueblos hippies por excelencia de Lago Atitlán. Cantidad de turistas vienen aquí para meditar y practicar yoga. San Marcos es el lugar ideal para disfrutar del relax, y sus bellísimos amaneceres y atardeceres.

Chichicastenango

Si existe un lugar en Guatemala donde su mercado ha pasado a ser el icono de la ciudad, ese es Chichicastenango. Esta población en el departamento de Quiché es otra muestra del colorido, la fe religiosa y la riqueza cultural de este país. A parte de ser una de las localidades más turísticas, Chichi como se le llama cariñosamente, estará presente en casi cualquier ruta que se precie. El fervor religioso de los indígenas mayas, que son la mayoría de la población, se muestra en las calles y en los alrededores de la plaza principal donde el idioma quiché será el que mas escuchen a su alrededor.

En el pasado, en la época precolombina, fue un terreno en disputa por los quichés y los cakchiqueles y entre los guatemaltecos es conocido por ser el lugar donde se encontró el libro sagrado de los mayas, el Popol Vuh, que cuenta el origen de la humanidad. A pesar de la introducción del catolicismo por parte de los españoles, hoy en día en Chichicastenango, las ceremonias, ofrendas y tradiciones de los indígenas quichés, están más que presentes y muy arraigadas. Sólo hay que echar un vistazo y distinguir lo que hacen entre la nube de incienso que rodea las iglesias y los lugares sagrados. A este fenómeno social y religioso se le conoce como el sincretismo religioso, muy extendido entre la población maya de Guatemala, y perfectamente aceptado por la autoridad católica

La vida en Chichicastenango gira en torno a su plaza principal, presidida por dos iglesias católicas edificadas sobre sendas pirámides mayas, y a su fantástico mercado semanal, principalmente dedicado a la artesanía y souvenirs, aunque también con algunos espacios donde venden productos locales. El mercado se monta en la Plaza Mayor todos los jueves y los domingos, llegando a ocupar varias de las calles adyacentes a la plaza principal. En nuestra opinión es uno de los mejores mercados populares de América Latina.

Comenzando la mañana, sólo aparecer por uno de los lados de la plaza quedaremos inmersos en la nube de incienso que siempre rodea la Iglesia de Santo Tomás, la más grande de las dos que presiden la plaza. La escalinata aparece llena de vendedoras de flores, que sacan su jornal a los pies de la iglesia, y es quizás la foto más famosa de Chichi y una de las más realizadas de Guatemala. El colorido de las flores justo delante del blanco de la fachada de la iglesia, recrea la mas bella y tradicional postal de Chichicastenango. ¡El murmullo de la gente que entra y sale del mercado sólo es interrumpido por un hombre que se desgañita intentando vender un “quitamales” que cura cualquier dolor… “Calooor en los hueeesssssssos señora!”.

Livington

Livington es un pueblo guatemalteco situado a orillas del Mar Caribe. Además de por su situación geográfica, su mar azul, su clima y sus palmeras, Livington es famoso por ser la tierra de los garífunas. Se trata de una etnia residente en Guatemala, Nicaragua y Belice, descendiente de africanos y aborígenes caribes o arahuacos compuesta por más de 600.000 personas. Esta tribu que abandera una cultura afro-caribeña, data de 1635, cuando dos barcos con esclavos procedentes de Nigeria naufragaron cerca de la volcánica isla de San Vicente. Actualmente, en Livington vive una raza diferente, con una lengua y un cultura diferente, siendo una clara mezcla entre caribeño y africano.

Tikal

Pero hablando en números absolutos, la joya mas buscada y deseada de esta Guatemala increíble, verde y mágica, se halla aquí en Tikal, al norte del país.

Tikal es una antigua ciudadela maya situada en la selva tropical del norte de Guatemala. Data probablemente del siglo I de nuestra era, floreciendo entre los años 200 y 850, antes de ser misteriosamente abandonada. Sus emblemáticos templos y palacios en ruinas incluyen la gigantesca y ceremonial pirámide del Mundo Perdido y el templo del Gran Jaguar, y a 70 metros, el templo IV, que es la estructura precolombina más alta de América , a la que es posible subir, y disfrutar de sus fantásticas vistas sobre el gran bosque que cubre la selva.

El asentamiento creció en población y extensión, y hacia el 200 a. C., se construyó en una colina rodeada de ciénagas una vasta plataforma de piedra, la Gran Plaza. Sobre esta base se alzaría el núcleo de la ciudad maya, un gran complejo de acrópolis y templos con forma de pirámide.

Tikal no solo fue una de las ciudades mayas más grandes y antiguas, sino también un ejemplo muy representativo del auge y la enigmática caída de esta civilización durante su período clásico, entre los siglos III y X. Procedentes del altiplano de Guatemala, los antepasados de los mayas emigraron al este (Chiapas y Tabasco, en México) y al oeste (tierras bajas de Guatemala, Honduras y Belice), en el II milenio antes de Cristo. A su paso fundaron aldeas, algunas de las cuales se transformarían siglos más tarde en las primeras ciudades de la cultura maya. Una de ellas fue Tikal, situada en el corazón del bosque tropical del Petén, al noreste de Guatemala, y habitada desde el 800 a. C. Convertida en una de las más de sesenta ciudades-estado que caracterizaron la organización territorial de los mayas, Tikal alcanzó su apogeo entre 550 y 900, ya de nuestra era, cuando llegó a ocupar un área de 60 km2 y tener hasta 200.000 habitantes, según algunos autores.

Aunque se han apuntado múltiples causas, el hundimiento de la civilización maya clásica sigue siendo un misterio

Este yacimiento de Tikal, fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1979, y es el mayor de América.