Aproin Digital 151 / Pandemias y urbanismo  

Pandemias y urbanismo

José González

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Quizás este título pueda sonar un poco raro o extraño, ¿qué tendrá que ver?, se preguntará el lector, quizás habría que ampliar el título e incluir la ingeniería y la arquitectura y probablemente el lector siga confuso.

Nos está tocando vivir, como lo definiría, tiempos interesantes, quitando las tradicionales epidemias de gripe que sufrimos a finales del otoño y durante el invierno, con más o menos gravedad dependiendo del año.

Desde hace más de cien años, con la epidemia de la mal llamada Gripe Española, que se considera la más devastadora de la Historia de la Humanidad, que se estima, se cobró la vida de entre veinte y cuarenta millones de personas en un año y en nuestra ciudad fallecieron más de seiscientas persona, sobre una población de algo más de cincuenta mil habitantes, no hemos vivido nada parecido.

Casi cien años después la Humanidad está sufriendo otra pandemia, esta vez sin llegar las desgarradoras cifras de hace cien años, nuestra comunidad autónoma ha registrado en el momento de escribir estas líneas seiscientos dieciocho fallecidos, sobre una población de dos millones setecientas mil personas.

Estas situaciones, no son nuevas, la Humanidad, a lo largo de su historia, ha contado con diversas herramientas para enfrentarse a las enfermedades, una de ellas es el urbanismo, y la ordenación del territorio, a través de las infraestructuras hidráulicas, quizás uno de los ejemplos más antiguos y famosos es la CLOACA MAXIMA, en Roma, cuya construcción se sitúa alrededor del años 600 a.C. En su origen se construyó como una canalización a cielo abierto, pero con el crecimiento de la ciudad, se procedió a cubrirla, formando parte de la red de alcantarillado de la Roma Imperial, a día de hoy parte de los pasajes existentes, están conectado al actual saneamiento romano, por lo que con más de dos mil años de antigüedad, estamos hablando probablemente, de uno de los sistemas de alcantarillado más antiguos del mundo.

Tras la caída del Imperio Romano, con la llegada de la Edad Media, el saneamiento casi desaparece de las ciudades. Debido a estas circunstancias de insalubridad, pandemias como la Peste Negra y la viruela se expandieron por Europa, durante siglos.

Tuvieron que pasar muchos años, para ver como a través del urbanismo se mejora las condiciones de vida en la ciudades y mejora la salubridad de las mismas, y uno de los ejemplos de transformación urbana más importantes de Europa, se lo debemos a Georges-Eugène Haussmann (París, 27 de marzo de 1809 - París, 11 de enero de 1891), que de la mano de Napoleón III, trabajó en la renovación de Paris entre los años 1852 y 1870, transformando la cuidad medieval, en la más moderna del mundo. Dichas transformaciones no eran exclusivas de Paris, pero si fue la capital francesa pionera en las mismas. Dichas transformaciones, surgieron de la necesidad, entre otros factores, del aumento de la población, de la exigencia de nuevas edificaciones y un urbanismo más higiénico ante las epidemias de la época como el Cólera.

Este tipo de actuaciones, son como una moneda, tienen dos caras, para muchos el conocido como Plan Haussmann, creó un París grandioso y hermoso, para otros, destruyó el Paris medieval.

Nuestra ciudad, no ha sido ajena a los intentos de mejora de las condiciones de vida de sus ciudadanos a través del urbanismo, contamos con varios ejemplos, la que se puede considerar la primera actuación en dicho campo, fue el derribo de la Muralla de la Ciudad, si, aunque muchos no lo sepan Vigo tuvo murallas. Esta actuación, se puede afirmar, fue la única que se llevó a cabo, planes de reforma, hubo varios, como el de Ramiro Pascual de 1907, en 1934 el arquitecto porriñés Antonio Palacios, presenta su Plan de extensión y Reforma Interior de Vigo, el que sin duda para mi es el plan urbanístico más ambicioso de la historia de nuestra ciudad, que supondría un cambio total en la ciudad, y que he de confesar me hubiese gustado que se hubiese llevado a cabo, creo que nos pasaría lo mismo que París, hubiésemos perdido la villa antigua, pero observando las maquetas y planos del mismo, tendríamos una ciudad más hermosa si cabe de la que tenemos actualmente, lo que no me cabe duda es que sería urbanísticamente más ordena.

Pero el Plan Palacios, no sería el último intento, en 1944, se presenta el Plan de Reforma Interior, ensanche y Extensión de Vigo, de Manuel Cominges, llegando al año 1948, con el Plan de Alineaciones de la Zona Central de Paz Maroto y Pedro Bogador.