DE VIAJE COMO VIAJEROS
India del sur: Kerala y Tamil Nadú
Campos de té de Kerala
Tratar de visitar en un solo viaje todo el inmenso territorio de la India nos parece un atravimiento exagerado, y nuestro consejo de viajeros del mundo experimentado, es que, al menos lo repartan en tres episodios.
Hoy queremos hablarles de India del Sur; esa porción que ocupa el extremo sur del subcontinente indio, ocupado por dos grandes estados: Kerala, bañado por las aguas del Océano Indico, y Tamil Nadú, a orillas del Golfo de Bengala, y situado frente a la isla de Sri Lanka.
En un resumen un poco simplista, podríamos decir que Kerala es el estado de la naturaleza y los backwater, y Tamil Nadú, el estado de los grande e importantes templos. Y así nos proponemos mostrárselos.
KERALA
Kerala es uno de los veintinueve estados que forman la Republica de la India. Con 38.863 km² es el octavo estado menos extenso, y cuenta con una población cercana a los 35 millones de habitantes.
Cochín
Cuando uno visita el estado de Kerala, habitualmente deberá entrar por Cochín, la segunda ciudad del estado, y uno de los puertos más importantes de India, situado sobre el Mar de Arabia, en el Océano Índico. Cuenta con un millón quinientos mil habitantes, de los que el 30% son de religión cristiana. En su barrio colonial abundan las preciosas casas portuguesas o inglesas ubicadas muy cerca del mar, hoy propiedad de instituciones, o de gentes muy adineradas. La ciudad, aparece rodeada de agua por todas partes. Kochi (o Cochín) es el auténtico punto de encuentro de las culturas de Kerala, siendo una ciudad muy comercial y cosmopolita, donde conviven todas las comunidades del estado: la mayoritaria hindú, junto a la musulmana, a la gran minoría cristiana, a la jainista e incluso a la judía, aunque, dada la estructura de sus iglesias, la cristiana es la que resulta mas visible. Se dice que el apóstol Santo Tomás llegó aquí en el siglo I de nuestra era.
En Cochín el lugar donde cualquier viajero del mundo que se precie puede encontrar uno de esos tesoros de valor incalculable, es en las playas de Fort Cochín. Sobre sus arenas doradas vemos a afanados pescadores manuales hacer girar sobre sus cabezas artesanales redes circulares con contrapesos, que dejan penetrar en las azules aguas del Mar de Arabia. Tras unos minutos sumergida la recogen, obteniendo siempre algún fruto en forma de mariscos o pequeños pescados.
Pero lo realmente extraordinario sobre esta playa, es la existencia de una veintena de las llamadas redes chinas, o Cheena Vala. Como su propio nombre indica, se trata de unos muy antiguos artilugios inventados por los chinos hace más de 8 siglos, y que aquí se siguen utilizando de forma continuada, y sin duda, con bastante éxito. Se trata de instalaciones fijas en tierra, que funcionan por elevación. Cada estructura tiene al menos 10 m de altura y comprende un voladizo con una red extendida y suspendida sobre el mar. En el otro extremo, como contrapesos grandes piedras suspendidas por cuerdas. Cada instalación es operada por un equipo de hasta seis pescadores.
Otra visita indispensable en Cochín será al centro global de arte de Kathakali, donde podrán asistir a una representación de este arte escénico. Se trata de un estilo de danza teatro clásico, donde los cantantes narran leyendas hindúes (provenientes del Mahabharata, o del Ramayana), y que los bailarines/actores personifican en escena mediante un complejo lenguaje de nrta (pasos de danza), mudras (gestos de las manos) y navarasya (expresiones del rostro). Por la tradición, el Kathakali se ejecuta en festivales que duran toda una noche en los templos hinduistas. Los bailarines de kathakali (casi siempre hombres) aprenden a controlar los músculos faciales, llegando algunos maestros a tan buen control, que pueden reírse con un solo lado de la cara.
Elephant Kraal Magig Lang
El centro de recuperación de elefantes Elephant Kraal, Magig Lang, se halla en Kodanad, situado sobre el río afluente del Periyar, que es famoso por sus centros de rescate de elefantes, siendo el único centro especializado de rescate de elefantes adultos y bebés en las regiones forestales de Kerala. Nos hallamos a orillas del río Periyar, en el sitio de Kaladí, donde el azul del cielo y del agua compiten con el verdor del entorno. Aquí, en este lugar cada mañana los mahouts, cuidadores de elefantes, bañan y dan masajes a sus queridísimos discípulos elefantes. Tras bañarles en profundidad, les masajean con cáscaras de coco, especialmente en sus orejas. La relación entre un elefante y su mahout es algo difícil de describir; sin duda uno daría su vida por el otro, y ambos se saben necesario para su compañero... Diríase que es una de esas relaciones, absolutamente llena de tierna disciplina, donde el hombre aporta la ciencia, y el animal el cuidado.
Los Backwaters
Reciben el nombre de Backwaters unos laberintos acuáticos en que los lagos, ríos, lagunas y canales forman una red intrincada de estrechos canales de agua dulce, perdidos entre la vegetación, y formando láminas de agua en la que se refleja el cielo.
En Allepey da comienzo un canal rodeado de verdes y bellos backwatter, que finalizará en la laguna de Punnamada. En este punto se reúnen decenas de unos muy típicos barcos que ningún viajero que se precie puede dejar de utilizar, y recorrer en ellos esta increíble zona verde de Kerala. Pronto la embarcación comenzará lentamente a navegar, y nuestros ojos se dispondrán como autenticas cámaras de video a grabar todas estas fantásticas imágenes que solo aquí se pueden disfrutar. Podrán ver desarrollarse la vida tranquilamente sobre una alfombra de verdes nenúfares extendida a las orillas de las plácidas aguas del canal. A bordo de un Kettuvallam, preciosa casa flotante de madera y paja, recorrerán los preciosos canales, y podrán observar la vida de una importante población de clase media, que habitan en cómodas y bien construidas casas. Sus pobladores, además de mantener su puesto de trabajo por cuenta ajena, cosechan sus pequeños, o no tan pequeños huertos, de los que obtienen unos resultados excelentes, debido a lo súper fértil del terreno, a la abundancia de agua, y a la presencia del sol. ¡Eso si!, fieles a sus costumbre, siguen en contacto con la naturaleza, utilizando el río para lavarse, bañarse, lavar los platos y la ropa, y jugar con sus hijos. Y viven con las puertas abierta conviviendo ampliamente con sus vecinos. Un dato alucinante, es que en esta zona de India, la alfabetización alcanza el 100% de la población.
Como remate al paseo, que quizás finalice en el lago Venbanadú, donde podrán prolongar su estancia en la región de los backwaters, en el precioso hotel Coconoot Lagoon Resort, en el sitio de Kumarakon, lo que les permitirá recorrer varias de las decenas de estas preciosas vías de agua, disfrutar de sus increíble paisajes, y acercarse a su hospitalaria población.
Parque Nacional de Periyar
Abandonada la zona de los backwaters, en el camino hacia Periyar, aún dentro de Kerala, atravesando enormes extensiones de campos de té, que en esta zona de India tienen su cuna. Aprendimos que el té más exquisito del mundo se obtiene de los últimos brotes de la planta, por lo que es tan escaso y su precio tan alto. Se trata del té verde. Por el contrario, el té negro, es el que se obtiene de la parte de abajo del matorral, donde abundan las grande hojas. A pesar de la diferencia de calidad, es mucha la gente que prefiere el té negro que quizás tenga un sabor más fuerte.
La última parada en el estado de Kerala, camino del vecino estado de Tamil Nadu, podría realizarse en el Parque Nacional de Periyar, también llamado Thekkady, situado a 110 km al oeste de Madurai (Tamil Nadú) y 120 km al sudeste de Cochín (Kerala), y se extiende por el lado de los Ghats occidentales. La zona protegida es una superficie de 777 km², de la cual, la parte central (unos 350 km²) constituye el parque propiamente dicho, y es una zona destinada a la protección de los tigres, en el marco del Proyecto Tigre.
Hay 35 especies de mamíferos documentados en el parque, incluyendo muchas especies amenazadas, siendo una importante reserva de tigres y elefantes. En el año 2008, se contabilizaron un total de 24 tigres de Bengala en los 640 kilómetros cuadrados de parque. También es de gran valor la importante cantidad de elefantes indios en libertad. Otros mamíferos que incluye son el gaur, el sambar, el jabalí, la ardilla malabar, la "ardilla voladora de Travancore", el gato de la jungla, el oso perezoso, el tahr del Nilgiri, el sileno, el langur de Nilgiri, el zorro volador Latidens salimalii, la mangosta de cola corta y la marta de Nilgiri. Pero será la diosa fortuna quien decida cuales y cuantos de ellos podrán ustedes encontrar.
TAMIL NADÚ
El estado sureño de Tamil Nadu (tierra de los tamiles) tiene unos 65 millones de habitantes y una extensión de 130.266 km², y solo el estrecho de Palk separa este estado de la isla estado de Sri Lanka. La lengua oficial es el tamil, uno de los idiomas clásicos de la India, ya que se sabe que existe desde hace más de 5.000 años. El otro idioma clásico es el sanscrito. Respecto a las religiones practicadas, encontramos a un 78% que practica el hinduismo, un 4% el cristianismo y un 3% el Islam siendo la mayoría Sunnies.
Como ya hemos comentado, Tamil Nadú es el estado con mayor concentración de templos hindúes de India, y visitarlos deberá centrar la atención de los viajeros que hasta aquí se desplacen.
Madurai
En el recorrido que les recomendamos, la primera parada se haría en la ciudad de Madurai, la segunda ciudad más grande en Tamil Nadu, conocida desde el año 550 como "la Atenas de Oriente", y mundialmente famosa por sus jazmines. Cuenta con un millón de habitantes mayoritariamente de religión hindú.
Como en la mayoría de las ciudad indias, es habitual encontrar sobre las aceras de sus calles principales, decenas de puestos de frutas frescas y de todo tipo de hortalizas, atendidos habitualmente por mujeres bien vestidas y con sonrisa receptiva. A diferencia de otros muchos lugares del mundo, en India del Sur, sus gentes no evitan en absoluto ni nuestras miradas ni nuestras cámaras, sobre todo si va acompañado de una sonrisa de respeto, y un saludo en su idioma Namaste!!. Pronto aprenderán el código de la autorización, que expresan con un movimiento casi circular de sus cabezas, que ejecutan manteniéndote la mirada.
La profunda cercanía de estas personas a sus dioses, hace que sobre el suelo, delante de sus casas, cada mañana dibujan cuidadosamente los distintos símbolos que representan y agradan a sus dioses. Con ello buscan su protección, diciéndoles que comienzan cada día pensando en ellos.
En esta ciudad santa de Madurai se encuentra el enorme y famosísimo templo Meenakshe Mandir, una obra que destaca por la multitud de imágenes multicolores, dioses y animales mitológicos que se representan. Ocupa una extensión aproximada de unas seis hectáreas de terreno, dispone de hasta 4 entradas al recinto y tiene 12 torres o gopurás orientados a los 4 puntos cardinales. En gran parte de las ciudades de la India, los hindúes carecen de centros de concentración, y ese papel es ocupado por los templos. Así es sencillo encontrar dentro de este templo, no solo personas orando, sino pasando el día o incluso conversando con sus amigos. Este templo de Meenakshi Mandir, auténtica joya del arte hindú, fue construida en 1560 por el rey Nayak Viswanath.
Tiruchirapali
Este viaje por India del Sur, deberá continuar buscando ya el Golfo de Bengala, hasta llegar a la ciudad de Tiruchirapali, también conocida por Trichy, la cuarta ciudad en importancia en el estado de Tamil Nadu, con algo menos de 1 millón de habitantes. Visita imprescindible en esta ciudad será el complejo de templos de Sriramgam, dedicado al dios Visnú. Dentro destaca el templo de Sri Rangana Thaswamy, un destino de peregrinación para los hindúes seguidores de Visnú, uno de los dioses que conforman la Trinidad de los hindúes. Se trata del complejo de templos más grande de la India, que consta de siete anillos y la separación entre uno y otro, se halla llena de vida civil, donde se vende fruta, adornos florales para el templo e incluso se contemplan vallas publicitarias.
Otro de los dioses de la Trinidad es Shiva, el dios destructor, que es adorado en su forma de piedra fálica que se inserta sobre una vulva también de piedra a la que llaman el lingam, que es adorado, acariciado y ofrendado, bañado con manteca clarificada, perfumes y esencias, y se le ofrecen alimentos y flores. El Lingam es el órgano reproductor de Shiva como el dios otorgador de vida.
Tanjore y Pondicherry
El viaje continuará hasta la ciudad de Tanjore, donde podremos visitar el templo de Brihadeshwara, el más perfecto templo Dravida construido a modo de fortaleza, con una altura de 58 metros. Este templo esta dedicado a Shiva, y es contemporáneo del Templo de Ankor Wath en Camboia, siendo el rey Rajaraja Chola I quien encargó la construcción de ambos. De la misma manera, ambos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En su santa sanctórum podrán encontrar nuevamente al dios Shiva en su representación del lingan, con un enorme falo vertical encajado en la vagina.
En la siguiente etapa del viaje alcanzarán por fin el Golfo de Bengala, en la ciudad de Pondicherry, con claras reminiscencias francesas, incluso en la estética de sus parques.
El 4 de febrero de 1673, un oficial francés de apellido Bellanger, se estableció en Pondichéry y así comienza la etapa colonial francesa en esta ciudad. En pocos años, el primer gobernador francés, François Martin, comenzó a transformar Pondichéry, de una pequeña villa de pescadores en una próspera ciudad portuaria. Por fin, el 1 de noviembre de 1954, los cuatro enclaves de Pondichéry, Yanam, Mahé y Karikal fueron transferidos de facto a la Unión de la India y se convirtieron en el Territorio de la Unión de Pondichéry, que es su estatus actual.
Chennai
El último punto a visitar en esta increíble y diferente India del Sur será la ciudad de Chennai, también conocida como Madrás, la capital del estado de Tamil Nadu, con una población en su área metropolitana de unos 7.340.000 habitantes, que la convierten en la cuarta ciudad más habitada de la India. Probablemente lo primero que llamará su atención será encontrarse aquí con una basílica cristiana, la Basílica en honor al apóstol Santo Tomás, que ejerció aquí su apostolado en el siglo I, tras la muerte de Cristo.
Chennai posee la segunda playa más larga del mundo (Marina Beach), y sin duda la más ancha. Antes de que los ingleses construyeran esta gran avenida, la playa tenia 1.500 metros de ancho, hoy día reducida a 800, tras la construcción de los ingleses de esta enorme avenida, con grandes edificios gubernamentales frente a la grandiosa playa. Con todo, como ya hemos comentado, los indios solo utilizan la playa para venir a pasear vestidos, y verse unos a otros, y departir después del trabajo. Nadie viene a bañarse al mar, por mucho calor que haga, convirtiendo la playa en un importante centro de reunión social. Todo el precioso paseo de Marina Beach está repleto de estatuas de sus hombres ilustres, comenzando por el gran Mahatma Gandhi.
En su paseo, al final de la enorme avenida aparecerán las dos bellas torres color rosa del Palacio de Justicia, y a lo largo de esta calle central del viejo Chennai, verán como la vida se desarrolla en plena ebullición.
La estética de esta importante ciudad de la India en nada difiere de la mayoría de las ciudades de este inmenso país, el segundo más poblado del planeta, con una población de 1.250.000 habitantes, triplicando la población total de Europa. A este país le gusta vivir y mercadear en la calle... Su economía crece por niveles encima del 9% anual, pero se mantienen fieles a sus costumbres sociales que no cambian... ¡Y quién se atreve a discutírselo!. Nosotros, desde luego, no. A buen seguro, India del Sur llenará sus almas, y la mayoría de ustedes se llevarán un trocito de su espíritu de paz en sus corazones. Hasta siempre India, Haimi shaki eli .