La Inteligencia Artificial (IA) es una rama de la informática que se ocupa de la creación de máquinas inteligentes capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como la percepción visual, el reconocimiento del habla, la toma de decisiones y la comprensión del lenguaje. La IA tiene el potencial de revolucionar una amplia gama de industrias, incluido el diseño arquitectónico.

En el diseño arquitectónico, la IA se está utilizando para agilizar el proceso de diseño, aumentar la eficiencia y generar soluciones de diseño nuevas e innovadoras. Por ejemplo, el programa Veras de Evolve Lab LLC es una herramienta basada en IA que utiliza algoritmos de aprendizaje automático para generar diseños arquitectónicos basados en un conjunto de parámetros de entrada y restricciones de diseño. Esto permite a los arquitectos generar rápidamente un gran número de opciones de diseño, lo que puede ahorrar tiempo y recursos.

Otro ejemplo de IA en el diseño arquitectónico es Dall-E 2 de OpenAI, un modelo de IA basado en el lenguaje que puede generar imágenes y modelos 3D a partir de descripciones de texto. Esto permite a los arquitectos generar visualizaciones de sus diseños simplemente describiéndolos en lenguaje natural, en lugar de crear manualmente modelos 3D. También puede utilizarse para generar ideas de diseño, ya que el modelo puede generar diseños basados en determinados parámetros y restricciones.

En resumen, la IA es un campo en rápido desarrollo que tiene el potencial de revolucionar el diseño arquitectónico agilizando el proceso de diseño, aumentando la eficiencia y generando soluciones de diseño nuevas e innovadoras. El programa Veras de Evolve Lab LLC y Dall-E 2 de OpenAI son ejemplos del uso actual de la IA en el diseño arquitectónico, con la posibilidad de que se produzcan aún más avances en el futuro.

Hasta este punto, el presente artículo ha sido redactado por una aplicación web basada en inteligencia artificial: Chat GPT, a la que solo le he tenido que pedir que escriba un reportaje sobre IA y diseño arquitectónico, además le he solicitado que mencione dos aplicaciones: Veras y Dall-E 2. Chat GPT funciona solo en inglés, por lo que he utilizado otro software basado en IA para traducirlo: DeepL Traductor. Tras colocar algunos links, obtenemos un texto correcto pero bastante plano, seguramente más por mi culpa que de la IA.

Al igual que esta IA es capaz de generar escritos que podrían pasar por genuinos, hace tiempo que existen programas capaces de generar imágenes, falsas fotografías, a partir de una explicación de lo que queremos obtener; basta con describir lo que deseamos para que la IA nos devuelva una imagen ad hoc. El propio funcionamiento de estas aplicaciones les supone un cariz creativo, ya que diseñan partiendo de unos requisitos. Ejemplos de esta tecnología son Stability AI, Midjourney o la mencionada Dall-E. 

El programa Veras de Evolve Lab LLC de un paso más allá, modifica el diseño expresado en una maqueta virtual (actualmente trabaja sobre el Revit) actuando sobre el modelo, es decir, no solo cambia materiales o el entorno, también trabaja sobre la geometría, un muro que proyectado como recto puede aparecer curvo tras pedirle al software que modifique el proyecto al estilo Gaudí. Lo que más asusta de esta tecnología es que, a diferencia de otras, da resultados impredecibles que pueden estar mucho más allá que las propias ideas del diseñador. Por esta razón ¿Hasta qué punto se puede atribuir la autoría de una obra arquitectónica, en cuyo diseño ha estado implicado software de este tipo, al arquitecto encargado del proyecto?

Sea como sea, cada vez más software se basa en procedimientos de IA para ofrecer al usuario una respuesta a un problema de una forma sencilla, tanto en la forma en la que hay que presentar la cuestión a la máquina como en el modo en que la resuelve. No es descabellado pensar que esta revolución puede suponer al mundo de la creación de contenidos lo que la robotización a la industria, con sus consecuencias positivas pero también negativas; ante la mejora de la eficiencia y la calidad, el aumento del conocimiento o el crecimiento exponencial de las empresas, se oponen la caída en el empleo o la estandarización de diseño.

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