Bico de Xeado. Ourense
ArquitectosJuan Ignacio Prieto López Andrea Fernández Fernández Faustino Patiño Cambeiro Beatriz Queijo Pereira PromotorCooperativa Agraria Provincial da Coruña / Bico de Xeado Andrea Fernández Fernández ConstructoraEbanistería do Acibreiro FotografíaHéctor Santos-Díez |
El proyecto planteaba la reforma interior de un local genérico en el bajo de un edificio de viviendas compartido con otros locales en la calle del Paseo de Ourense. En el mismo se habían instalado diversos negocios que habían realizado modificaciones sucesivas y atiborrado el mismo de elementos decorativos que fragmentaban el espacio y alteraban su percepción global.
El punto de partida fue eliminar todos estos añadidos y reducir el local a sus elementos esenciales, la optimización de los trazados de las instalaciones y su tratamiento con un tono blanco para sus paredes y techos. En este espacio neutro, vacío y reducido a sus mínimos elementos, se plantea la introducción de una secuencia de pórticos sobre los que se recorta la forma arquetípica más simple, construida a modo de negativo, empleando el mínimo material posible para construir la identidad corporativa de la marca, con un elemento estructural autoportante.
El sistema de pórticos permite integrar en un único gesto iluminación, instalaciones, mobiliario auxiliar e identidad corporativa, empleando un único material. La madera, trabajada en formatos industriales de gran dimensión, resulta el material idóneo por tratarse de un material natural, ecológico y sostenible y que se vincula tanto a la arquitectura vernácula como a la contemporaneidad, además de establecer un vínculo con los principios fundamentales de la marca Bico de Xeado y su producción local, ecológica, sostenible y de alta calidad.
La fachada se planteó inicialmente como una traducción directa de los pórticos al hueco de fachada, reproduciendo su geometría, pero modificando el material a chapa de aluminio blanca, buscando integrar la intervención con la marquesina y los demás comercios con los que comparte el bajo del inmueble. Atendiendo a un requerimiento municipal y tratando de encajar la propuesta en el marco normativo del casco histórico, finalmente la fachada se modificó a un paño acristalado reducido a sus mínimos elementos y dimensiones, de tal manera que desde el exterior se percibiese la secuencia de pórticos del interior del local.
Se trata de una intervención mínima en términos de coste y plazo de ejecución, que trata de aunar en un gesto simple, identidad corporativa y funcionalidad.