La vivienda situada en una zona céntrica de Vigo, en su estado previo, presentaba una disposición excesivamente compartimentada, que no se correspondía con las necesidades del cliente.

Demasiadas estancias, muy ajustadas en superficie, y con una ventilación e iluminación pobres en aquellas habitaciones que no estaban alineadas con la fachada.

La reforma reestructura las piezas de la vivienda en una solución de continuidad espacial entre las distintas partes. De esta forma, la luz que entra por la fachada principal llega hasta el acceso de la vivienda y orienta al usuario para ir descubriendo de forma lógica el funcionamiento de la casa.

Se genera una secuencia de espacios servidos, organizados desde los más sociales hacia los más privados.

La organización y jerarquía de estas zonas, se consigue a través de “un gran mueble” que se abre o cierra para dar servicio en función del momento. La polivalencia de este mueble reside en que alberga los espacios servidores de toda la casa (cocina, baños, armarios, instalaciones) y permite organizar el recorrido de la casa, así como controlar el acceso o la privacidad de estancias como el dormitorio.

Este mueble central, es el estuche en el que se disponen los elementos y servicios fijos que abastece de posibilidades a los espacios colindantes. Se genera un espacio flexible en su entorno, un espacio polivalente en el que desarrollar la vida en ausencia de limitaciones. Tenemos la caja, de la que hablaba Ignacio Paricio en su texto “Construyendo hábitos” en 1996.

El trazado de este gran mueble en madera de eucalipto es curvo, suave, pero de gesto firme, y se acentúa con la cualidad táctil de la encimera en Negro Zimbabwe de acabado flameado + cepillado, que acompaña en una composición que integra cocina, comedor y salón.