La arquitectura ha sido protagonista en la historia de la fotografía desde sus inicios, se trata de una de sus grandes especialidades y ahora, más que nunca, se tiene conciencia de ello. En esta época de pantallas, la imagen es imprescindible para la divulgación de obras y también como herramienta de ventas.

En 1862 el Ayuntamiento de París encargó al fotógrafo Charles Marville (Francia, 1813-1879) la tarea de inmortalizar calles y edificios que serían derribados por el plan Haussmann. Este ambicioso proyecto urbanístico, que el emperador Napoleón III confió al barón Georges-Eugène Haussmann en 1853, se tradujo en la renovación de París y dio lugar al actual trazado de la capital francesa. Supuso la realización de cientos de fotografías, calle a calle, constituyendo un documento histórico de incalculable valor que narra la evolución de la ciudad del Sena, inmortalizando su pasado, presente y futuro. Este trabajo es un hito en la historia de la fotografía, y, en concreto, la fotografía de arquitectura, no solo por su objeto, sino también por la conciencia histórica que conlleva.

Otro de los pioneros de la fotografía de arquitectura fue el francés Jean de Laurent (Francia 1816-Madrid 1886), responsable de que hayan llegado a nuestros días miles de imágenes de ciudades, monumentos y edificios españoles de la segunda mitad del siglo XIX. Se trata de estampas paisajísticas con elementos costumbristas, precursoras de lo que más tarde serían las populares postales.

Los precursores de este nuevo concepto de fotografía de arquitectura, como Julius Shulman, Ezra Stoller o Lucien Hervé, han dado paso en la actualidad a nombres que se cotizan a nivel mundial, como Iwan Baan, Hufton + Crow, Fernando Guerra, Sebastian Weiss, Duccio Malagamba o Hélène Binet. En nuestro país destacan Fernando Alda, Héctor Santos-Díez, David Frutos, Alberto Amores, Luis Díaz Díaz o Javier Callejas, entre otros.

Obviamente, el mercado inmobiliario no es ajeno a los nuevos avances tecnológicos que permiten generar recorridos interactivos desde cualquier ordenador personal o dispositivo móvil, aunque en cualquier portal de compra - venta se siguen viendo miles de imágenes de pésimo nivel que invitan a dejar de lado el anuncio. Sin embargo, todo buen profesional sabe que una fotografía puede ensalzar una obra mediocre y viceversa.

Ejemplo de recorrido virtual por Matterport. 

Nota final: un prestigioso arquitecto entrado en años me contó una vez cómo se había presentado un afamado fotógrafo a inmortalizar una de sus obras. Venía cargado con una vieja cámara de fuelle con una tela negra para ocultarse mientras encuadraba la imagen (no se si esto último está más en el campo de la sorna que en el de la realidad). Con unos honorarios desorbitados y unas exigencias leoninas para su difusión, debía además ser recogido en el aeropuerto y trasladado al hotel o lugares de trabajo; por supuesto, no admitía sugerencias o peticiones, se debía confiar en su visión. 

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