El alquiler: ¿Soluciones Urgentes o Colapso Inminente?

En APROIN, hoy hablamos con Pablo Campos, socio de Beneite Inmobiliaria, para profundizar en los cambios y desafíos que enfrenta el mercado de alquiler en la provincia de Pontevedra. En los últimos años, factores económicos, el incremento de la demanda y la evolución del marco regulatorio han impactado de manera notable en la oferta y accesibilidad de las viviendas. En esta entrevista, Pablo nos ofrece una visión experta sobre la situación actual del mercado de alquiler y las posibles soluciones a los retos que se avecinan.

¿Cómo describirías la situación actual del mercado de alquiler en Vigo y en la provincia de Pontevedra? 

El mercado de alquiler ha sufrido una transformación notable durante los últimos años, pero en el contexto reciente, la situación se ha vuelto especialmente crítica. Los precios han mantenido una tendencia alcista constante, lo que ha generado un escenario insostenible para un gran número de inquilinos. Nos enfrentamos a una situación de oferta claramente insuficiente, lo que sigue impulsando los precios al alza. Desde mi perspectiva, hemos llegado a un punto límite que requiere una actuación inmediata. De no hacerlo con celeridad, cada vez más familias quedarán excluidas debido a la imposibilidad de asumir los elevados costes de los arrendamientos. Ya estamos observando numerosos casos de vulnerabilidad habitacional debido a la falta de acceso a viviendas asequibles. 

Además, no podemos obviar el impacto que la pérdida de poder adquisitivo está teniendo sobre las familias. El encarecimiento de la vida, sumado al incremento de los precios del alquiler, ha agravado aún más esta problemática. Resulta alarmante observar cómo, con sueldos similares a los de años anteriores, muchas personas ya no pueden afrontar un alquiler, llevando a muchas familias a situaciones muy complicadas. Estamos viendo un fenómeno preocupante: familias que se ven obligadas a compartir vivienda, algo que hasta hace poco no era habitual en España. Incluso muchos jóvenes, o no tan jóvenes, se ven obligados a quedarse en casa de sus padres, ya que sus salarios no les permiten cubrir el coste de un alquiler. Pensemos en familias con un único salario: en muchos casos no pueden acceder a una vivienda, simplemente porque las cuentas no salen. Esta situación es insostenible y refleja la urgencia de implementar soluciones efectivas en el mercado.

La falta de oferta es uno de los temas más discutidos en los últimos años. ¿A qué factores atribuyes este déficit de viviendas en alquiler?

El déficit de oferta es, sin duda, uno de los mayores problemas del mercado actual. En primer lugar, se observa un desajuste entre el parque de viviendas disponible y las necesidades actuales. En décadas pasadas, las familias tendían a ser más grandes y, como resultado, existía un stock de viviendas más amplias. Sin embargo, hoy en día, la demanda está centrada en viviendas más pequeñas, que no se corresponden con el parque inmobiliario predominante, caracterizado en muchas zonas por viviendas de mayor tamaño y, en consecuencia, de precios más elevados.

Otro factor clave es la creciente hiperregulación del mercado, que ha generado un clima de inseguridad jurídica entre los pequeños propietarios. Esto ha llevado a que muchos de ellos, por miedo, prefieran no poner sus viviendas en alquiler, reduciendo aún más la oferta disponible.

Como antes indicabas, muchos jóvenes y familias se enfrentan a dificultades para acceder a alquileres asequibles. ¿Qué medidas crees que podrían implementarse para mejorar el acceso al alquiler en la zona?

Es fundamental que las políticas de vivienda se diseñen con una visión a largo plazo y no se centren únicamente en obtener réditos políticos inmediatos. Una legislación adecuada debe buscar un equilibrio entre la protección del inquilino y la seguridad jurídica de los propietarios, que en su mayoría son pequeños inversores que han destinado sus ahorros a propiedades para complementar sus ingresos, muchos de ellos en la jubilación.

Una medida efectiva podría ser la implementación de incentivos fiscales para los propietarios, como la exención de tributación sobre los ingresos por alquiler en situaciones de crisis económica, como la que estamos viviendo. Este tipo de políticas podría estimular la salida al mercado de muchas viviendas que hoy permanecen desocupadas, lo que contribuiría a incrementar la oferta y estabilizar los precios de manera más eficiente. 

Además, no podemos dejar de lado la cuestión del alquiler turístico, ya que ha transformado significativamente el mercado de viviendas disponibles en las ciudades. Es importante adaptarse a estas nuevas costumbres sociales y reconocer que el alquiler vacacional ha cambiado el paradigma del alojamiento y del uso del parque inmobiliario. Sin embargo, es evidente que este fenómeno también ha reducido la oferta de alquileres de larga duración, encareciendo aún más el acceso a la vivienda para los residentes locales.

Por ello, considero que se debe regular el alquiler vacacional de manera equilibrada y conciliadora. Es crucial establecer un marco normativo que permita la convivencia entre el uso turístico y la necesidad de viviendas asequibles para los residentes. La regulación debe ofrecer garantías tanto a los propietarios como a los inquilinos, ya que actualmente existe una gran incertidumbre legislativa que afecta a este tipo de actividad.

Otro tema importante es que los gobiernos asuman urgentemente un papel más proactivo en la construcción de viviendas sociales. La inversión pública o la promoción público/privada en viviendas asequibles es una pieza clave para afrontar de manera integral la crisis actual. 

Mirando al futuro, ¿qué previsiones haces sobre el mercado de alquiler en los próximos años?

Es complicado realizar previsiones claras en este momento debido a la elevada incertidumbre tanto a nivel económico como político. La evolución del mercado de alquiler dependerá en gran medida de las medidas que se implementen en los próximos años, tanto a nivel local, autonómico como nacional. Si bien es cierto que hemos llegado a un punto crítico, todavía estamos lejos de ver una mejora tangible en el acceso a la vivienda.

A largo plazo, es esencial contar con planes de vivienda bien diseñados y consensuados que ofrezcan soluciones estructurales. No podemos esperar resolver esta crisis de la noche a la mañana, pero mediante políticas sostenidas y coherentes es posible generar un mercado más accesible y equilibrado. La clave radica en la flexibilidad y en la voluntad de abordar los problemas de fondo, tanto desde el sector privado como desde las administraciones públicas, si no queremos vivir un colapso inminente del mercado de alquiler.

Agradecemos a Pablo por compartir su análisis sobre el mercado de alquiler, un sector que se enfrenta a importantes desafíos en la actualidad. Como bien señala, es imprescindible que las soluciones que se implementen sean fruto de un consenso amplio y con una visión a largo plazo, con el objetivo de garantizar un mercado que ofrezca oportunidades tanto a inquilinos como a propietarios. Desde APROIN, seguimos comprometidos con fomentar el diálogo entre el sector público y privado, para lograr un entorno inmobiliario más flexible, accesible y justo para todos.