El Hormigón fresco y la magia

Jose M. Millán Pérez
Director
Galaicontrol Coruña

Cada vez con más insistencia, desde el mundo de la construcción, se tiende a sistematizar los procesos, a reglamentar productos y fabricación, y a obligar a estar en posesión de marcados CE (Declaración de Prestaciones) a todos los productos que se emplean en cualquier obra de edificación u obra civil, o si no existe norma armonizada para un producto, que tenga un DIT o una ETAG.

A nadie, dentro de la construcción, se le ocurre comprar productos que no sigan las prescripciones y requisitos fijados en reglamentos o leyes, y que son de obligado cumplimiento: ladrillos, placas de yeso, plaquetas, elementos de electricidad, de fontanería, aislamientos etcétera.

En los productos suministrados, su fabricación está muy controlada en fábrica, con gran industrialización, por lo que, tanto las materias primas, como los procesos de fabricación, de una plaqueta por ejemplo, no hay duda, y sólo un error por avería en alguna máquina de la fábrica en un momento puntual que no se haya detectado a tiempo, puede hacer una partida del material suministrado no cumpla los requisitos para los que se está fabricando. En muy raras excepciones (aunque a veces no tan raras).

Pero el hormigón fresco, eso es otra cosa. 

Nos empeñamos una y otra vez en que tenga Distintivos de Calidad Voluntarios, como si eso fuese la panacea y asegurasen que el producto suministrado cumple exactamente con lo que hemos comprado, ni un palmo más ni un palmo menos, como si fuese una ecuación donde 2+2 es igual a 4, y no entendemos lo que pasa cuando algo no va todo lo bien que deseamos.

La confusión, muchas veces, es porque se piensa que, como es un producto de construcción que está reglamentado por un real decreto, y que es una industria, pues que ya está y tiene que ser igual de perfecto que cualquier otro producto.

Magia es lo que hacen los plantistas de todas las centrales de hormigón preparado que conozco:

  • Áridos suministrados desde las canteras que, como la naturaleza en el planeta es homogénea (no hay más que mirar de frente una cantera para ver que no hay un frente igual a otro), pues pensamos que son de la misma naturaleza en sus propiedades, granulometrías, lajas, absorción, mismo grado de roca machacada, etc. Claro, porque tiene Marcado CE/Declaración de Prestaciones, cada bañera cargada que nos llega.
  • Cementos que igual aún no tienen ni 28 días desde fabricación cuando llegan a la central de hormigón preparado, y damos por sentado que es igual a la partida del día anterior:
    • Aquí hay que recordar que en el mundo del cemento la horquilla que tienen ya quisieran para sí las centrales de hormigón en la resistencia mecánica. Por ejemplo, un cemento de característica resistente 42,5 MPa (lo que significa que ese cemento ensayado en laboratorio con arena normalizada debe dar más de 42,5 MPa), en el reglamento de cemento se permite una horquilla entre 42,5 MPa y 62,5 MPa. 20,0 MPa de margen, que no es nada baladí, y ya quisieran para sí las centrales de hormigón.
  • Aditivos que llegan en sus GRG’s o en sus camiones cisternas, que, lo mismo, damos por sentado que la concentración del producto que llega en esa partida (plastificante, superfluidificante, etc., con su correspondiente Marcado CE/Declaración de Prestaciones), y que no hay ningún cambio de propiedad, ni que las bacterias de nuestro depósito están haciendo de las suyas cambiando las propiedades al recepcionarlo, sobre todo en verano y con altas temperaturas;
  • Arenas, esas que son tan y tan importantes en la fabricación de cualquier hormigón, que nos creemos que siempre llegan con la misma granulometría, y aún más, que los finos que traen de una semana para otra son los mismos, también con su correspondiente marcado CE/Declaración de Prestaciones;
  • Camiones de hormigón que tienen las cubas con las aspas interiores perfectas, bien sea para amasar si es una planta dosificadora por vía seca, o para homogeneizar si es una planta con amasadora;

Y con todo esto, sin entrar en más bondades para un plantista que las indicadas en los párrafos anteriores, hacen MAGIA de verdad y son capaces de reproducir un hormigón, por ejemplo, un HA-25, con una probabilidad de acierto altísima, y con casi nulos fallos.

Pero creernos que a un producto como el hormigón fresco se le puede obligar a cumplir con un marcado CE, o con una Declaración de Prestaciones, o que su dispersión sea nula o casi nula. Pretender para un mismo tipo de hormigón y una misma planta un coeficiente de variación inferior al 8-10 %, eso es pura fantasía en el tiempo.

Creo que es fácil saber la respuesta. Por eso insisto, eso es MAGIA y lo demás es pura ficción o alucinación.

¿Qué sí puede llegar a conseguirse?. Tampoco lo dudo, pero en una central de hormigón preparado, ahora mismo, con los mimbres que tenemos, es utópico, y seguramente con un coste económico inasumible para la construcción.

Pero quiero recalcar, que no se me mal interprete, que, aun así, son magos y consiguen que nuestras obras tengan una calidad de hormigón muy alta y mucha homogeneidad con todos los imponderables que tenemos para fabricar hormigón fresco.

Son unos profesionales de DIEZ sobre DIEZ, y hacen que todo funcione. Magia.

Seguramente todos los que trabajamos con el hormigón fresco tenemos otro tipo de quejas, pero esta, concretamente, es fácil de entender para todos.

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