En construcción, el riesgo no es la excepción: es parte del proceso. En cada proyecto conviven incertidumbre, inversión elevada y plazos ajustados. En este contexto, la gestión del riesgo se convierte en el auténtico cimiento de la resiliencia empresarial. Y dentro de esa estrategia, destaca un actor técnico-clave: el corredor de seguros especializado.
Panorama del riesgo en construcción
Los proyectos constructivos enfrentan amenazas recurrentes que van desde retrasos y órdenes de cambio hasta escasez de recursos o siniestros operativos. Entre las principales causas de siniestralidad destacan:
- Averías en maquinaria (67,3% de los siniestros): paralizan la obra y afectan plazos.
- Robos y fenómenos naturales (25,8%): provocan daños materiales y pérdidas.
- Golpes e impactos (3,2%): menos frecuentes, pero los más costosos, con una media de 30.000 € por siniestro.
Estos eventos no solo tienen un impacto operativo, sino que pueden comprometer la rentabilidad del proyecto y la continuidad de negocio.
El corredor de seguros: de las pólizas a la estrategia
El corredor es mucho más que un intermediario. Es un consultor de riesgos y soluciones que acompaña al equipo promotor y constructor en todas las fases de la obra:
- Previo a la ejecución: identifica riesgos específicos del proyecto, analiza exposiciones y diseña un programa de seguros técnico y personalizado.
- Durante la obra: ajusta coberturas, revisa condiciones ante cambios y realiza seguimiento activo.
- En caso de siniestro: lidera la respuesta frente a las aseguradoras, facilitando una recuperación ágil y eficiente.
Este acompañamiento continuo permite reducir litigios, proteger la inversión y aumentar la confianza del ecosistema técnico y financiero. Un ciclo que se retroalimenta en cada nuevo proyecto, consolidando una cultura de prevención.
Nuevos riesgos, nuevas soluciones
El horizonte de riesgos en construcción se amplía. La digitalización, la sostenibilidad y la volatilidad climática exigen nuevas coberturas:
- Ciberseguridad: proyectos con BIM e IoT exigen protección ante ciberataques.
- Eventos climáticos extremos: granizadas, inundaciones o calor extremo requieren revisión de cláusulas tradicionales.
- Responsabilidad ESG y reputacional: fallos ambientales o sociales pueden derivar en sanciones, daño reputacional y/o pérdida de contratos.
Conclusión
El corredor de seguros, actualizado y experto, lidera esta evolución aseguradora aportando visión a largo plazo y valor estratégico Contar con un profesional experto en gerencia de riesgos no es un gasto más: es una inversión en continuidad, rentabilidad y buena gobernanza.
Incorporar al corredor de seguros desde la fase de diseño del proyecto es una decisión estratégica que reduce incertidumbre, optimiza recursos y protege la rentabilidad. Cuando los riesgos se transforman en realidades —como muestran los datos de siniestralidad—, tener un aliado experto marca la diferencia entre la reacción costosa y la resiliencia planificada. En una industria en constante transformación, quien integre esta figura desde el inicio del proyecto no solo se protege, sino que gana una ventaja competitiva real.
Porque anticiparse al riesgo es inteligente. Pero gestionarlo con visión, técnica y aliados estratégicos… es construir con futuro.