¿Qué son las cubiertas ajardinadas?
Ana Anguiano Blanco
ambientóloga_ departamento técnico pintega xardins, s.l.
En un escenario de transición hacia el desarrollo de ciudades más sostenibles es imprescindible integrar las infraestructuras verdes en la planificación urbana. Los sistemas de cubiertas verdes disminuyen la vulnerabilidad y aumentan la resiliencia de las ciudades frente a los efectos del cambio climático.
Las cubiertas ajardinadas son una combinación de elementos inertes y vivos instaladas en los techos de los edificios, de esta forma se aporta a las cubiertas tradicionales una mayor funcionalidad y se alarga su vida útil.
En los últimos años, debido a la problemática ambiental, se ha convertido en una solución sostenible que combina arquitectura y paisajismo aportando múltiples beneficios, entre los que destacan:
- Protegen contra la erosión y aumentan la vida útil de los tejados. Las especies vegetales se interponen entre los factores climáticos, como la lluvia o el viento y los edificios.
- Proporcionan una reserva de agua de lluvia. Absorben agua a través de las plantas, el sustrato y el sistema drenante. Lo que se consigue con esto es disminuir la descarga de agua al alcantarillado ya que ésta es utilizada por las plantas para sus procesos naturales, consiguiendo así disminuir el riesgo de inundaciones. Una cubierta bien instalada puede reducir hasta el 60 % de la escorrentía y hasta un 85 % de la evacuación de aguas durante las dos primeras horas de una lluvia intensa.
- Purifican el aire. Funcionan como filtro ambiental y reducen el efecto de la Isla de Calor Urbana (ICU).
“El ICU es el incremento de la temperatura ambiente promedio en zonas urbanas, este aumento proviene de reemplazar la vegetación por asfalto y edificaciones. Mediante las cubiertas ajardinadas se consigue mejorar los procesos naturales de enfriamiento ambiental, como la fotosíntesis y la evapotranspiración.
- Ayudan a disminuir el consumo energético. Las plantas absorben la luz solar y ayudan a proteger a los edificios de los cambios bruscos de temperatura. Además, aumentan la eficacia de los paneles solares.
- Protegen del ruido. Las diferentes capas que forman nuestra cubierta ajardinada van a actuar como aislante absorbiendo la contaminación acústica y creando en nuestros hogares un ambiente más silencioso.
- Aumentan la biodiversidad.Estas estructuras actuarán como hábitat potencial para numerosas especies de insectos y aves.
- Son una barrera natural al fuego. El alto nivel de humedad que tienen las plantas servirá para disminuir el riesgo de incendios en nuestro edificio.
- Reducen hasta 5ºC la temperatura interior de un edificio y colaboran en la reducción de la temperatura ambiental de las ciudades.Con la subida de las temperaturas, la renaturalización de los espacios en núcleos urbanos supone un factor determinante para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Dependiendo del tipo de vegetación que queramos instalar en nuestro tejado, o de la utilidad que queramos darle, podemos dividir las cubiertas en tres tipos:
EXTENSIVAS
Las cubiertas extensivas se caracterizan por tener suelos poco profundos y soportar vegetaciones que requieren poco mantenimiento (sédum, vivaces, gramíneas).
El abastecimiento de agua en este tipo de cubiertas suele ser por los procesos naturales y es recomendable realizar una revisión anual del sistema.
Este tipo de instalación sería idónea para tejados de difícil acceso o de gran pendiente.
INTENSIVAS
Son cubiertas multifuncionales y accesibles, tienen mayor profundidad lo que permite cultivar una mayor variedad de plantas como arbustos o árboles y además permiten un uso recreativo del espacio.
Requieren mayor mantenimiento que las cubiertas extensivas, pero todo depende del material vegetal elegido y del diseño paisajístico. Estos sistemas precisan de un riego regular y un sistema de drenaje.
SEMI-INTENSIVAS
Este tipo de cubiertas son una combinación de las características de los sistemas intensivos y extensivos. Son recomendables para tejados finos o azoteas, pudiendo darle un uso recreativo. Requieren un mantenimiento moderado, en función del material vegetal escogido. Retienen más agua de lluvia que las cubiertas extensivas y proporcionan mayor riqueza ecológica.
Las cubiertas verdes también pueden realizarse en superficies inclinadas de diferentes ángulos, proporcionando un efecto visual muy sorprendente.