El Sergas, (Servicio Galego de Saude), fiel a una dilatada trayectoria en la que viene apostando por la construcción de edificios dotacionales en los que prima, tanto la singularidad arquitectónica, como la calidad constructiva de los mismos, ha promovido este inmueble destinado a Centro de Salud el cual responde exactamente a lo que se podría denominar “libro de estilo” de la entidad, en materia de equipamiento.

La ubicación, en estos casos, suele ser un desafío de primera magnitud para el proyectista, así como para el propio promotor, puesto que se trata de algo que les viene dado a ambos en función de la disponibilidad de suelo dotacional que el planeamiento urbanístico de cada Concello haya reservado a tal fin, y que, en función de cómo se aborde la tarea y la toma de decisiones por ambas partes, así será la integración del producto final en el entorno y su identificación a nivel social, algo que en esta ocasión, se ha resuelto, creemos que, de forma brillante.

Basándose en los antiguos documentos gráficos que se conservan, el arquitecto, ha tratado - con éxito - de recrear o reinterpretar las construcciones que en su día ocuparon el mismo solar, manteniendo la galería orientada hacia la Alameda de Suárez Llanos, así como el patio abierto a la Calle Ferreiros, obteniendo como resultado un conjunto arquitectónico representativo, que se integra de forma natural en un entorno con un elevado grado de protección urbanística como lo es el Casco Histórico de Bouzas.

En consonancia con la acertada concepción volumétrica y compositiva antes aludida, la calidad constructiva del mismo hemos de calificarla como impecable, tanto por las características e idoneidad de los materiales empleados, como por el cuidado que se aprecia en el manejo de los mismos por parte de la empresa constructora. En este apartado, es preciso destacar sobremanera la envolvente, resuelta con piezas de granito rosa Porriño de gran formato, acabado con chorro de agua a presión tras un proceso de abujardado - al objeto de suavizar el color natural de esta piedra - suspendidas estas de una sub-estructura metálica, con lo que se han conseguido unas fachadas que, sin responder miméticamente al conjunto de las ya existentes en el entorno, se integran de forma natural en el mismo.

El granito, continúa siendo el elemento a destacar en el acondicionamiento interior, tanto en solados - con un despiece y disposición de tonalidades que producen un efecto visual tridimensional digno de resaltar - como en paramentos verticales, cuyo tratamiento superficial cumple con los requisitos de asepsia que este tipo de Centros demanda.

Es la madera el otro material que, atendiendo igualmente a las exigencias de higiene antes apuntadas, también tiene una presencia significativa, no solamente en la carpintería, como sería lo natural, sino como material de revestimiento de paredes en forma de paneles que van de suelo a techo, dotando al recinto de una calidez fácilmente perceptible. 

Por último, se ha de destacar el patio abierto hacia la Calle Ferreiros, separado de esta por medio de una celosía, bautizada como “mar de piedra” por el arquitecto autor del proyecto y director de la obra – Luis Collarte Rodríguez– patio que, además de respetar la disposición que en su día tenían los dos volúmenes preexistentes, resuelve con acierto la apertura de luces a diversas dependencias. Como pavimento de este recinto exterior, y haciendo un guiño más al pasado, se han utilizado los sillares de granito que se conservaban de las desaparecidas construcciones y, finalmente, como una alegoría más, se ha plantado un olivo en clara alusión al árbol que es símbolo de la ciudad de la ciudad de Vigo.

Se ha conseguido, pues, además de la recuperación de un espacio urbano deteriorado, un edificio representativo, el cual actuará como elemento dinamizador del entorno (única forma de medir el retorno de la inversión en este tipo de promociones inmobiliarias). Cualidades, todas ellas, que unidas a las ya mencionadas a lo largo de la presente reseña, han hecho, a juicio de los miembros del jurado de los Premios Aproin, que este sea merecedor del galardón al mejor edificio no residencial en esta 27ª edición de los mismos.