En la C/Pi i Margall, en Vigo, en las inmediaciones del Barrio del Cura – tan en boga en los últimos tiempos, debido a la trascendencia de la transformación urbanística proyectada para el mismo – la entidad LUZVIPROM S.L. ha llevado a cabo la promoción de un edificio residencial para 17 viviendas, con sus correspondientes plazas de aparcamiento y trasteros

Se trata de un edificio entre medianeras, con fachadas a la Calle Pi y Margall, orientación Este, y a un patio de manzana con orientación Oeste. A partir de planta tercera, se supera en altura a los edificios que cierran dicho patio, lo cual posibilita unas magnificas vistas a la Ría de Vigo con las Islas Cíes como principales protagonistas de las mismas.

Esta última circunstancia dio origen a una dualidad dentro del edificio, en cuanto a la distribución de los espacios, dado que, a partir de la planta tercera se invierte la consideración de fachada principal, precisamente por la potencia e interés de las vistas a las que nos hemos referido anteriormente. Además de esto, el tamaño de las viviendas más altas es mayor que las situadas en las plantas inferiores.

Resulta muy interesante comprobar el ejercicio de diseño que ha supuesto el encajar entre sí tres programas diferentes de vivienda - según vamos subiendo de planta varían -, a lo que hemos de añadirle la personalización de algunas de ellas, con una fachada a Pi i Margall, unitaria, que presenta un ritmo de huecos uniforme el cual no está vinculado, en absoluto, al uso de las estancias ubicadas detrás de estos.

Se aprecia una generosidad de espacios poco común, al no haberse ceñido al corsé de las dimensiones mínimas fijadas por normativa y al hecho de haber suprimido pasillos, en algunos casos, a fin de favorecer espacios abiertos y luminosos. Característica esta, la de la luminosidad, llevada hasta las plantas de aparcamiento que, también gozan de iluminación natural.

F20 Mención aparte merece la fachada a la Calle Pi i Margall la cual sin renunciar a la innovación, no solo no se aleja, compositivamente al menos, de la trama urbana de los edificios antiguos si no que recupera la prestancia y elegancia de estos dentro de un lenguaje que podríamos encuadrar en lo que se entiende, en arquitectura, como tectónico, al haber utilizado un material como el hormigón, técnicamente más complejo que la piedra pero con unas posibilidades de moldeabilidad que permiten obtener, casi, cualquier forma, y una capacidad de trabajar en forma adintelada muy superior a aquella. Técnica y constructivamente se trata de paneles – suspendidos de los forjados - prefabricados de hormigón, al que se la ha incorporado en origen un filler calizo que suaviza la tonalidad y textura de este material, haciéndolo más agradable visualmente y al tacto que el hormigón convencional.

En cuanto a elementos constructivos, decir que el edificio ha sido construido en estructura porticada de hormigón, apoyada en cimentación convencional. Como envolventes, además de los ya citados paneles de hormigón de distintos espesores, 8 y 16 cm, el trasdós de estos se compone de: aislamiento de poliestireno extruido de 10 cm de espesor; hoja de 1/2 pie de fábrica de ladrillo perforado en borde de forjado; trasdosado interior de placas de yeso laminado y relleno intermedio con placas de lana de roca de 4 cm de espesor.

En la fachada posterior se ha empleado un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) sobre soporte de fábrica de ladrillo, trasdosado y aislado con placas de yeso y lana de roca, respectivamente.

Por lo que respecta a la cubierta, el material de acabado utilizado ha sido un material noble, duradero y que apenas necesita mantenimiento como lo es el zinc, con una larga vida útil y reciclable casi al 100 %. Las terrazas de la última planta se han resuelto como cubiertas invertidas transitables con pavimentos de gres.

La carpintería exterior, de aluminio anodizado de Technal, con sistema de apertura oscilo-batiente, ha sido la utilizada de forma genérica. En las terrazas a Pi i Margall se recurrió a carpintería vertical/inclinada de Velux, mientras que en las ventanas de la cubierta, se emplearon modelos motorizados para su apertura y cierre. Mención aparte merecen las ventanas instaladas en las terrazas situadas en los áticos, donde se ha optado por una carpintería corredera elevable de aluminio anodizado.

Todo ello complementado con vidrios dobles con cámara de argón y vidrio de baja emisividad; persianas en todas las estancias, con posibilidad de motorización, además de toldos y estores, por el exterior o el interior según dependencias y orientación.

Apartándose de los recurrentes portones de acceso a garajes, en este caso, se ha instalado una puerta mecanizada y motorizada, en perfecta armonía con el resto de la carpintería exterior.

En cuanto a carpintería interior, solados, alicatados, sanitarios y equipamiento de cocina se mantiene una uniformidad de calidad –tanto en los materiales como en su manejo–, acorde con lo que demanda el mercado, sin nada que sobresalga de forma significativa.

Con respecto a las instalaciones, cada día más protagonistas en toda edificación, nos referiremos de forma somera al sistema centralizado de aerotermia y caldera de condensación de gas natural, instalado tanto para calefacción como para A.C.S. siendo la emisión de calor por medio de suelo radiante provisto de control individualizado de temperatura por estancias y a la ventilación eficiente de doble flujo con recuperador de calor, con aperturas de admisión de aire en dormitorios y salones y de extracción en cocinas, baños y lavaderos y, por último, señalar la preinstalación de puntos de carga para coches eléctricos.

Por todo lo anterior, que no es más que una síntesis, de las cualidades arquitectónicas, técnicas y constructivas que caracterizan esta promoción inmobiliaria, y por el alto grado de implicación de sus promotores en aquellas cuestiones que más se apartan de lo cotidiano, este jurado de los Premios Aproin, considera a la misma, como merecedora del reconocimiento a mejor edificación en la categoría de PREMIO RESIDENCIAL OBRA NUEVA 2023.