El jurado de los Premios Aproin, ha querido distinguir como mejor obra de rehabilitación del año 2023, a esta singular promoción que ha supuesto la recuperación de un emblemático edificio del ensanche de García Olloqui, diseñado en 1904 por uno de los máximos exponentes de la arquitectura eclecticista viguesa, el arquitecto Jenaro de la Fuente Domínguez, para el empresario Francisco Álvarez. F4

Esta edificación, originalmente compuesta de planta baja y una única planta de piso, se caracteriza por su magnífica fachada principal de granito de muy elaborada factura, con balcones y grecas decorativas en los huecos, coronada por una cornisa con un peto ornamentado que remarca la simetría de su composición.

El inmueble, incluido en el catálogo del Plan Especial de Edificios a Conservar con un grado de protección estructural, se encontraba en ruina como consecuencia de un estado de abandono prolongado en el tiempo, conservándose antes de la actuación únicamente su envolvente pétrea y la escalera, estado en el que fue adquirido por la cooperativa OLLOQUI3, SCG, para la construcción de ocho viviendas al amparo de la normativa urbanística de aplicación que permite la ampliación del volumen original mediante la adición de tres plantas de acuerdo con la altura de las edificaciones de esta calle.

En esta promoción se suma, por tanto, a las dificultades y complejidades que siempre entrañan las obras de rehabilitación el reto que supone materializar el aprovechamiento permitido por el planeamiento sin que la adición del nuevo volumen desvirtúe los valores patrimoniales de la edificación original, su identidad y significación urbanística. Reto asumido como punto de partida por la promoción, de cuya gestión se hizo cargo la empresa Xestión de Autopromoción, y de manera especial el arquitecto Pablo Menéndez Paz, al que se encomendó la redacción del proyecto y la dirección facultativa de las obras.

El proyecto resuelve con notable acierto esta cuestión respetando la esencia del edificio original, tanto en la organización en planta, que preserva la concepción original del inmueble y su significado espacial manteniendo la configuración en “U” de la planta abrazando el núcleo central de comunicaciones y patio interior longitudinal, como en la conformación de las fachadas, especialmente en la fachada principal a la calle García Olloqui. La fachada proyectada realza la original sin renunciar a que el nuevo volumen exprese su contemporaneidad con personalidad propia, consiguiendo la integración armónica de ambas partes y una lectura unitaria del conjunto a partir de la comprensión y el respeto a las reglas compositivas de la fachada original, un buen manejo de las proporciones y una adecuada elección y disposición de materiales, que aún manteniendo la nobleza de los preexistentes (piedra, madera, forja...), evitan cualquier tipo de relación mimética.

De esta manera en la edificación se diferencian claramente tres niveles de actuación:

El primer nivel lo constituye la intervención sobre la edificación preexistente, en la se ha realizado la limpieza, reparación y saneado de la sillería de granito fachada principal de granito, con la reconstrucción fidedigna los elementos originales, partes rotas o severamente dañadas, la reposición de las carpinterías de madera de acuerdo a las originales y la restauración de los elementos de forja. Del mismo modo se han restaurado las fachadas de piedra al interior del patio mancomunado y el patio central del edificio y los restantes muros de carga existentes (medianeras y muros interiores) realizados en fábrica de piedra. Se reconstruyen también la estructura horizontal original de madera en esta parte de la edificación.

La planta baja mantiene la configuración original del edificio con el núcleo de escaleras y el portal de acceso ocupando el eje del edificio, flanqueado por el acceso de vehículos con su zaguán y montacoches y por un local comercial. En el espacio vestibular del portal toma protagonismo la escalera original reconstruida íntegramente, con su barandilla de forja y pasamanos de madera, ligeramente desplazada de su posición original para garantizar el cumplimiento de condiciones de accesibilidad y posibilitar la continuidad del núcleo de comunicación vertical en todo el edificio. Por su parte, la planta primera aloja dos viviendas pasantes de tres dormitorios cada una, respetando igualmente la configuración en “U” del edificio original alrededor de la escalera y el patio interior.

El segundo nivel de la intervención es el correspondiente a las plantas adicionadas, que se retranquean de la alineación para poner en valor la fachada de la edificación original, a la que se le otorga el protagonismo del primer plano. Estas plantas se resuelven con losas de hormigón armado que descargan sobre una estructura portante mixta de pilares de hormigón y metálicos. Las plantas segunda y tercera desarrollan un programa similar de dos viviendas en cada una de ellas, una de 2 dormitorios y la otra de 3, diversificando el programa de la promoción. Diversificación que se amplía en las plantas cuarta y bajo cubierta, que acogen sendas viviendas en dúplex de 4 y 5 dormitorios.

La cubierta del edificio se resuelve con una cubierta plana invertida, rematándose los planos inclinados con una cubrición de zinc.

El último nivel de intervención, aunque en el orden de ejecución sería el primero, correspondería a las dos plantas de sótano realizadas debajo de la edificación existente, en las que se disponen 8 trasteros y 16 plazas de garaje a las que los vehículos acceden mediante un montacoches. El portón de acceso de vehículos ocupa dos pórticos de la planta baja incorporando el machón de piedra para mantener la integridad formal de la fachada.

Debe destacarse en esta obra el desarrollo del proyecto en sus cuidados detalles constructivos, y el buen hacer en la ejecución llevada a cabo por la empresa constructora ORECO BALGÓN bajo la dirección de obra del mismo arquitecto autor del proyecto, y la dirección de la ejecución material de la obra del arquitecto técnico José Ramón Taboada de Zúñiga, que se hacen patentes en la alta calidad de los acabados.

Por último ha de hacerse especial mención al mérito de los promotores por su valentía y compromiso en su apuesta por la recuperación del patrimonio construido. Apuesta, que pese a la complejidad y dificultades que conlleva, han sabido gestionar con éxito, cumpliendo los objetivos propios de la promoción y aportando, además, valor a la ciudad, a la que devuelven con vida renovada uno de sus edificios singulares.

Por todo ello, el jurado de los Premios APROIN, los considera merecedores del PREMIO A LA MEJOR OBRA DE REHABILITACIÓN DEL AÑO 2023.