El Marqués de Valladares allá por el siglo XVII, tenía su Casa Palacio en la rúa da Palma nº 2. Posteriormente decidió ampliarlo anexionando la edificación situada en la rúa da Oliva nº 4 conectándose ambos edificios a través del Arco de la Marquesa, un paso superior que ha desaparecido en la actualidad.

Más adelante, en el siglo XIX y principios del XX, el edificio, sufrió numerosas modificaciones que afectaron a su configuración, volumen y distribución interior, tal como le ocurrió a gran parte de los pazos urbanos decimonónicos en Galicia.

El Palacio estuvo deshabitado durante más de 20 años, generando un deterioro paulatino de la edificación y de su jardín. Durante esos años se produjeron derrumbes parciales de la cubierta, de forjados intermedios e importantes daños en las fachadas.

Con un difícil objetivo en el horizonte y gracias a una apuesta decidida por la recuperación del patrimonio construido vigués, la entidad GETTING BACK STONES, del grupo INTERATLANTIC, decidió hacerse en el año 2014 con la propiedad del inmueble e impulsar la redacción de un proyecto de reconstrucción con un nuevo uso, el socio cultural y recreativo.

Con el objeto de ampliar en lo posible la actuación, se decide también la adquisición del edificio situado en la rúa Xoanelo, medianero con el Palacio original, para incorporarlo a la actuación sobre la zona, ganando amplitud y coherencia en la articulación del espacio.

La actuación realizada se ha centrado en 3 grandes ejes directores:

• La rehabilitación integral del Palacio del Marqués de Valladares respetando su tipología edificatoria y volumen original.
• La rehabilitación y comunicación con la edificación anexa de la rúa Xoanelo, manteniendo la traza de la edificación original y creando una nueva fachada en su oeste.
• Y la puesta en valor del jardín posterior, creando una zona verde de la que carecía el Casco Vello, reinterpretando el estilo de los jardines de los pazos gallegos.

El complejo desafío de recuperar el Palacio, situado en pleno corazón del Casco Vello de Vigo, y devolverle su elegancia, comenzó en 2016 con el vaciado y deconstrucción, bajo la dirección de obra del arquitecto vigués Pedro de la Puente. Posteriormente se afrontó la fase de rehabilitación para recuperar la identidad del inmueble. En el año 2022, se concluye el proyecto con el objetivo de convertirse en un punto de encuentro de la ciudad de Vigo.

El nuevo uso sociocultural planteado, se define a partir del riguroso respeto a lo construido y plantea una nueva redistribución interior que mejore la comunicación vertical y horizontal a través de sus plantas. Se data al inmueble de 3 niveles de aparcamiento hasta alcanzar las 33 plazas con acceso desde la rúa da Laxe.

En la planta baja se genera un gran espacio a doble altura, que se consigue con la ausencia de apoyos estructurales intermedios, gracias a una impresionante viga Vierendel que atraviesa toda la estancia, y que se abraza al jardín posterior generando la entrada de luz natural tamizada por la intensa vegetación.

La versatilidad de la distribución de espacios que conforman el edificio, permite dar cabida a eventos culturales de manera simultánea en cada uno de los espacios diseñados para potenciar la relación social, que se suceden en las plantas superiores, cada uno de ellos dotado de su propia personalidad, mezclando la piedra, el cristal y la madera con diseño vanguardista en el interior y clásico en el exterior, y todo cuidado hasta el más mínimo detalle.

La incorporación de un restaurador de prestigio como Pepe Solla, dota a la oferta de un destacado perfil gastronómico y de celebración de eventos.

El Jurado del Premio Aproin, después de analizar la documentación presentada, y la pertinente visita, ha decidido otorgar el PREMIO en la categoría de No Residencial 2022, a la REHABILIACIÓN DEL PALACIO DE LA OLIVA, atendiendo a los innegables méritos consistentes en realizar una muy compleja rehabilitación de un edificio de referencia en el Casco de Vello de Vigo.

La combinación de la recuperación de materiales tradicionales, incorporando nuevas propuestas de distribución interior, la recuperación del jardín posterior, el exquisito tratamiento de las fachas exteriores que se incardinan en la transformación que ha sufrido el Casco Vello un los últimos años, y la incorporación de una oferta de ocio y gastronómica que no existía en la zona, dan lugar a esta maravillosa rehabilitación.

Resulta importante destacar la labor de la empresa promotora de la obra que ha querido realizar una apuesta decidida por la recuperación de la ciudad y de sus edificios emblemáticos, convirtiendo un edificio histórico en un espacio versátil, original e innovador de arquitectura vanguardista, y ello a pesar de los riesgos e incertidumbres que muchas veces acechan a este tipo de obras tan complejas.

Felicitar al grupo INTERATLANTIC por este magnífico y ambicioso proyecto que ha resultado premiado por decisión unánime del Jurado.