Enmendando las lagunas de los premios Nobel, los Praemium Imperiales eligen cada año a referentes en los campos de la pintura, la escultura, la arquitectura, la música, y el teatro/cine; en el apartado de arquitectura el premio este año han premiado al arquitecto Francis Kéré. Natural de Burkina Faso, Kéré es autor de una sólida obra que representa la mejor forma de entender la sostenibilidad y la dimensión social de la arquitectura. Pero ahora queremos centrarnos en otro de los galardonados, un arquitecto de la luz: Olafur Eliasson.

El arte contemporáneo ha experimentado una transformación profunda en las últimas décadas, y los artistas han explorado una amplia gama de medios y técnicas para transmitir sus ideas y emociones. En este contexto, Olafur Eliasson se ha destacado como uno de los artistas más influyentes de nuestra época, conocido por su habilidad para crear experiencias sensoriales inmersivas que desafían nuestras percepciones y conectan con la naturaleza y el entorno.

Olafur Eliasson nació el 5 de febrero de 1967 en Copenhague, Dinamarca, pero creció en Islandia. Su educación artística comenzó en la Real Academia de Bellas Artes de Dinamarca, donde estudió desde 1989 hasta 1995. Durante este período, desarrolló una profunda apreciación por la naturaleza y la luz, temas que se convertirían en pilares fundamentales de su obra.

Eliasson es conocido por su capacidad para transformar espacios y desafiar la percepción del espectador. Su obra abarca una variedad de medios, incluyendo instalaciones, esculturas, fotografía, pintura y proyectos de arquitectura. Una de sus creaciones más icónicas es "The Weather Project" (El Proyecto del Tiempo), exhibida en la Tate Modern de Londres en 2003. Esta instalación consistía en un gran sol artificial que llenaba el techo del museo, creando una experiencia hipnótica que invitaba a los visitantes a reflexionar sobre la relación entre el hombre y la naturaleza.

Al igual que en la obra de James Turrell, la luz desempeña un papel fundamental en la obra de Eliasson. Sus instalaciones suelen jugar con la luz natural y artificial, creando efectos sorprendentes que transforman por completo el espacio en el que se encuentran. Sus piezas a menudo requieren la participación activa del espectador, quien se convierte en parte integral de la experiencia artística, una experiencia difícil de explicar en toda su dimensión, hay que vivirla.

Otra característica distintiva de la obra de Eliasson es su compromiso con cuestiones medioambientales y sociales. Sus proyectos a menudo abordan temas como el cambio climático, la sostenibilidad y la responsabilidad individual y colectiva frente a estos desafíos globales. A través de su arte, Eliasson busca crear conciencia y motivar la acción positiva.

Olafur Eliasson es un artista visionario cuya obra trasciende las fronteras convencionales del arte. A través de su enfoque en la luz, la naturaleza y la experiencia sensorial, ha creado un cuerpo de trabajo que desafía nuestras percepciones y nos invita a reflexionar sobre cuestiones fundamentales de nuestra existencia. Su influencia en el mundo del arte contemporáneo y su reciente galardón lo consolidan como una figura destacada en la escena artística global. Eliasson nos recuerda que el arte puede ser una poderosa herramienta para la reflexión, la inspiración y el cambio, y su legado sigue creciendo a medida que continúa desafiando los límites de la creatividad artística. 

Punto y aparte

Muere Marc Augé

La comunidad académica y el mundo de la antropología lamentan la pérdida de Marc Augé, quien falleció a los 87 años en Poitiers, su ciudad natal. Este influyente pensador francés, conocido por popularizar conceptos como la "hipermodernidad" y los "no-lugares", deja un legado significativo que ha desafiado nuestras percepciones tradicionales sobre la sociedad contemporánea.

Nacido el 2 de septiembre de 1935, Marc Augé dedicó su vida a explorar la experiencia humana en el contexto de un mundo que él mismo denominó "hipermoderno". A lo largo de su carrera, examinó la creciente complejidad de la vida moderna, marcada por la globalización, la tecnología y la movilidad, y cómo estos factores moldean nuestra relación con el entorno.

Uno de los conceptos más impactantes desarrollados por Augé es el de los "no-lugares". Estos lugares sin identidad ni significado cultural, como aeropuertos, gasolineras, centros comerciales y hoteles, son lugares efímeros a través de los cuales las personas pasan sin establecer vínculos significativos. Los "no-lugares" sirven como una metáfora poderosa para reflexionar sobre la alienación y la falta de arraigo en la sociedad contemporánea.

Su obra más influyente, Los no lugares: Espacios del anonimato publicada en 1992, capturó la atención de académicos, urbanistas y filósofos de todo el mundo. Las ideas de Augé sobre la supermodernidad y los "no-lugares" se convirtieron en un punto de partida esencial para entender cómo la globalización y la tecnología están transformando la experiencia humana.

Augé exploró también temas como el viaje, la memoria y la identidad cultural en una sociedad cada vez más nómada y en constante cambio. Obras como El viaje imposible y El tiempo en ruinas ofrecen una profunda reflexión sobre cómo las personas se relacionan con el tiempo y el espacio en la era contemporánea.

La muerte de Marc Augé marca el fin de una era en la antropología y la etnografía, pero su legado persistirá en las mentes de quienes han sido inspirados por su pensamiento crítico y su capacidad para desafiar las convenciones establecidas.

“La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz”.

Charles-Édouard Jeanneret-Gris (Le Corbusier)

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