DE VIAJE COMO VIAJEROS

Manuel Fernández Díaz

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Myanmar, la antigua Birmania

En estas latitudes del Sudeste Asiático, uno debe esperar hasta mediados del mes de noviembre, si quiere ver cerrados los grifos del cielo, y poder disfrutar de los maravillosos paisajes naturales y urbanos que componen Myanmar.

En este artículo pretendemos acercarles a los 4 puntos más destacables de este increíble país, lleno de magia, de cultura budista, de belleza natural, pero IM

Yangon

La puerta de entrada, antigua capital, y la ciudad más grande y populosa del país es Yangon, con una población cercana a los 5 millones de habitantes, y algunos importantes monumentos y edificios emblemáticos religiosos a destacar.

Fue fundada con el nombre de Dagon en los años 500 por los mon. Fue ocupada por el Imperio Británico en 1852, transformándola en un enclave destacado tanto política como económicamente. En enero de 1948, Myanmar obtiene su independencia del Reino Unido, y Yangon recuperará su nombre y capitalidad. En el año 2005, la junta militar, sin razones demasiado claras, decide trasladar la capital a la moderna ciudad de Naipyidó.

El kilómetro cero de Yangon se halla alrededor de la Sule Pagoda, tan antigua como el propio Buda. En su entorno, de día y de noche, sobre sus aceras, se crean auténticos mercadillos de comida rápidas, higiénica y muy sabrosa.

Shwedagon Paya es la pagoda más importante de Yangon, y de las más importantes del sudeste asiático. Su origen se sitúa hace 2000 años, pero tras varios incendios y saqueos, su estructura actual es de 1768. En la entrada nos reciben 4 imágenes de nats (especie de ángeles birmanos), y de inmediato una gran higuera, el árbol de Buda, con una imagen suya sentada al pie. En seguida nos hallaremos inmersos en este gran universo religioso de la pagoda Shwedagon. Su grandiosa estupa principal está recubierta con más de 7000 kilos de pan de oro y tiene una altura de 98 metros. Desde lo más alto hacia abajo, contiene un diamante de 76 quilates, una sombrilla llena con una tonelada y media de joyas, y una gran bombilla con forma de plátano. Inmediatamente debajo, una doble flor de loto boca arriba y boca abajo, seguido por los collares y por la gran campana. Por debajo un círculo hexagonal con seis esquinas, y por fin, una de base cuadrada. Alrededor de la Estupa hay varias capillas con Budas en su interior, salas de meditación, santuarios, esculturas, etc . Y decenas, quizás centenas de personas rezando sentados en el suelo.

Mundialmente famoso es el antiguo Mercado Scott, actualmente mercado Aung San, construido en 1926 por el gobierno británico de Myanmar, para permitir el fácil abastecimiento de los británicos. Su nombre se atribuye a James George Scott, funcionario británico que introdujo el fútbol en Myanmar, aunque esto no es seguro. Después de la independencia birmana en 1948, fue renombrado como Bogyoke Aung San, mercado general de Aung San (padre de la actual líder Aung San Suki, y firmante de la Independencia con los británicos). Es conocido por su arquitectura colonial y sus calles interiores adoquinadas, siendo un importante destino turístico, dominado por las antigüedades, la artesanía birmana y la joyería, las galerías de arte y tiendas de ropa y de telas. Te puedes comprar una fantástica tela de seda, y en el mismo mercado, un abundante equipo de costureras, en menos de dos horas te prepararán el diseño que hayas escogido.

Lago Inle

El Lago Inle es un lago de agua dulce situado en las montañas del Estado Shan, al este de Myanmar, que por su belleza, sus modos peculiares de vida, y por la arrolladora amabilidad de sus gentes, se ha convertido en uno de los principales atractivos del país. A 884 metros sobre el nivel del mar, y con una superficie de 500 km2 (con 100 km de largo por tan sólo 5 km de ancho), es el segundo lago en extensión y uno de los más altos del país. Su profundidad es escasa, variando entre los 2,10 m y los más de 4 metros en la estación de lluvias.

En sus orillas se encuentran 200 pequeñas ciudades o aldeas, mayoritariamente pobladas por los Intha (hijos del Lago), siendo Nyaung Swe la ciudad más poblada del entorno. La mayoría de sus aldeas, son poblaciones compuestas por casas de madera asentadas sobre pilares, y como continuación de sus calles de agua, encontrarán grandes superficies de sus “jardines flotantes”: Se trata de grandes plantaciones de tomates sobre las márgenes de los canales de agua que se forman en sus orillas, reconvertidos en improvisados campos de cultivo, de tomates, pepinos o flores. No hay ninguna base de tierra, ni tampoco ningún dique; los campos literalmente flotan sobre las aguas, de ahí su nombre de jardines flotantes. Existen unas plantas acuáticas con una parte ovalada cuyo interior es esponjosa, lo que les permite flotar. Con estas plantas se forma una superficie que se cubre con una capa de fango, y sobre este fango siembran sus cultivos de hortalizas. Unos palos de madera hundidos hasta el fondo, sirven para que las corrientes no arrastren los cultivos y al mismo tiempo, de guía para que trepen las tomateras. Los jardines flotantes, a pesar de su fragilidad aparente, son capaces de soportar el peso de una persona adulta, aunque se hundan ligeramente a su paso, humedeciendo los pies. Por este motivo, las personas que cultivan los tomates suelen ir descalzos.

Pero gran parte de los varones del lago, son hábiles pescadores que, equipados de pequeñas barcas de madera, utilizan varias técnicas de pesca. La más llamativa y tradicional, son las redes en forma cónica, utilizada por pescadores en solitario. Pero también utilizan las redes de pesca: un grupo extiende las redes, mientras otro golpea la superficie del agua con los remos para dirigir a los peces hacia las redes. Van siempre colocados al extremo de la barcaza de madera en un frágil equilibrio, y mientras utilizan sus dos manos para pescar, han desarrollado su peculiar forma de remar, utilizando una sola pierna.

En el poblado de Nam Pan, junto a los canales del lago, se encuentra la pagoda Aung Mingalar, que en forma de decenas de estupas, parece florecer del fondo del Lago. Este es un claro ejemplo de las pagodas, templos y monasterios que encontraremos en las proximidades del agua. Esta Pagoda está formada por decenas de estupas blancas o doradas, y cada estupa es como un pequeño templo independiente y macizo al que no se puede entrar, y al que se ora desde el exterior.

Frente a la pagoda, al otro lado del canal, se halla un pequeño mercado de preciosa artesanía, y algunas buchigangas, atendido por un pequeño grupo de las padaung ('mujeres de cuello de jirafa'). Pertenecen a la tribu Karen, una minoría étnica tibeto-birmana, compuesto por aproximadamente 7.000 miembros, que, desde niñas, rodean sus cuellos de anillas de metal, estirándolas sin límite. El Gobierno birmano, que considera antinatural esta costumbre, trató de hacerla desaparecer, aunque con apenas éxito. La aparición de turistas en los últimos años, buscando a las famosas mujeres jirafa, las ha convertido en un atractivo turístico, que las ha vuelto rentables. Aunque nosotros tampoco compartimos esta forma de explotación, creemos nuestra obligación informar de su existencia.

Cuevas de Pindaya

A hora y media por una preciosa carretera rural, llena de campos de cultivo y grandes rebaños de vacas, llegaremos a las veneradas Cuevas de Pindaya. que desde tiempos remotos han sido lugar de adoración y que albergan más de 8.000 estatuas de Buda. Delante de la entrada pudimos observar la figura de un apuesto arquero, y de una malvada araña gigante. Según la leyenda la araña sería un Nat maligno (espíritu budista) que raptó a siete princesas que se habían refugiado en la cueva durante una terrible tormenta. El arquero sería el príncipe Kummabhaya que, tras matar a la araña con su arco, liberó a las siete princesas.

Las Cuevas de Pindaya son un conjunto de 3 cuevas, convertidas desde hace 300 años en un lugar de peregrinación budista, que actualmente se ha convertido también en una atracción turística. A día de hoy sólo la cueva del sur puede ser visitada. Recibe el nombre de Pagoda-Cueva de Shwe Oo Min. Dentro de la cueva, en una enorme cámara, se halla una gran campana de bronce con un peso de 654 kg. Está rodeada por innumerables estatuas de Buda. El camino te va dirigiendo por una sucesión de cámaras, de distinto tamaño, algunas con estalactitas en el techo, pero todas repletas de figuras de Buda, la gran mayoría doradas y de diversos tamaños, desde unos pocos centímetros hasta varios metros. La leyenda local atribuye que esta pagoda fue construida por el rey Asoka y reparada por el rey Alaungsithu en el siglo XII. En total hay más de 8.300 figuras de Buda que han sido donadas por los fieles en un continuo goteo a lo largo de los años. Algunas de las estatuas más antiguas de la cueva tienen inscripciones que datan de finales del siglo XVII, aunque la mayoría son de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Muchas otras estatuas han sido colocadas aquí de manera continua por diferentes donantes a lo largo de la historia, tanto por autoridades, por instituciones, como por laicos.

Mandalay

Mandalay es la segunda ciudad de Myanmar, situada en el centro geográfico del país, y actualmente cuenta con 1 millón de habitantes. Es la antigua capital real de Birmania, por la gran cantidad de templos y monasterios que aquí se reúnen. También es conocida como la ciudad de los monjes, y como la capital cultural de Birmania.

La Sandamuni Paya, o Kuthodaw Pagoda es una de las pagodas más visitadas de Mandalay, también conocida como “El templo del libro más grande del mundo”, siendo uno de los templos más concurridos por los viajeros. No es el más bello templo, aunque si uno de los más curiosos e interesantes. Consta de 729 templetes blancos, que cada uno contiene una de las 729 hojas de este gigantesco libro; cada hoja mide 153 centímetros de altura, 107 de ancho, y 13 de espesor. Cada hoja se guarda en su propio templete blanco tipo cingalés, junto a una piedra preciosa. Todos estos mini templos están dispuestos alrededor de una gran pagoda central, cubierta de pan de oro. Las 729 losas unidas, formarían los 15 tomos del Tripi taka, palabra escrita en Sánscrito que significa tres canastas. Cada losa en forma de gran hoja, contiene textos relativos a las enseñanzas de la religión budista. Se dice que, para leer, todo este libro, se precisarían alrededor de 8 meses. La estupa dorada que acompaña este “santuario” destaca de las demás y es originaria de finales del siglo XIX.

El sagrado templo de Mahamuni es junto a la Swedagon Pagoda de Yangon, uno de los templos más famosos del país. La estatua de Mahamuni, el Buda Gautama, que se encuentra en su interior es la imagen más venerada de Birmania y convierte al templo en uno de los lugares de peregrinación más importante de todo el país. Según los mitos tradicionales, alrededor del año 500 a.C, el Buda Gautama viajó al Arakán, en el oeste de Birmania, en compañía de sus 500 discípulos. Aquí recibió la visita del rey Candrasuriya, que le suplicó que hiciera una réplica de sí mismo para que sus fieles pudieran venerarle en su ausencia, y recordarle tal cual era. Esta imagen de Mahamuni (literalmente “Gran Sabio”), es considerada la única copia real de la imagen de Buda que existe en el mundo, y esto otorga su tremenda importancia a esta imagen y a este templo. Lamentablemente, la arqueología ha desmontado este mito de Mahamuni, ya que Siddharta Gautama murió en el 483 a. C. y evidencias arqueológicas, desmienten tal antigüedad en la estatua. Pero ajenos a esta realidad científica, la tan adorada estatua, fundida en bronce, con un peso de 6,5 toneladas, y una altura de 3,90 metros, está siendo continuamente recubierta con panes de oro, y la corona sobre su cabeza y el pecho, están repletos de piedras preciosas

Alrededores de Mandalay

Esta zona central de Myanmar, en un radio no superior a 80 kms., reúne a varias de las primitivas capitales del viejo Myanmar:

Así la antigua ciudad de Ava (también llamada Inwa), que fue la capital del antiguo imperio Birmano durante los siglos XIV al XIX. Pero el mal trato de los siglos posteriores, asolada por las guerras, saqueada de sus riquezas y parcialmente destruida por los terremotos, en la actualidad es un mero espejismo de aquella boyante capital de Birmania. Actualmente, en esta aldea de agricultores podemos descubrir como floreciendo entre sus verdes campos, sus múltiples estupas doradas, o los restos de sus templos blancos, así como la Torre del reloj Nanmynt, conocida como la torre inclinada.

Mejor suerte corrió Amarapura, la Ciudad de los Dioses, fundada en 1781 por el rey Bodawpaya, que la convirtió en su nueva capital hasta 1819. Aquí podrán encontrar el Monasterio de Mahagandayon, fundado en 1914, y que es uno de los monasterios de enseñanza más grandes en Myanmar, reuniendo 1.500 monjes. Cada día a las 10,30, todos los monjes perfectamente alineados, se dirigen a realizar su última comida del día, que cada jornada, es regalada por alguna institución privada o benéfica, ante la asombrada mirada del cada día creciente número de viajeros del mundo que se acercan a mirarlos.

Pero quizás la mayor atracción en esta villa sea su ya famoso Puente U Bein, el puente peatonal de madera de teca más largo del mundo. Sobre las aguas del lago Taungthaman, se alzan los 1.086 pilares de teca que sustentan el famoso puente de U Bein. Una hermosa pasarela elevada sobre las aguas, que fue construida a mediados del siglo XIX, recorriendo una longitud de 1,2 kilómetros, y que está considerado el puente más antiguo y largo del mundo. En la década de 1850, el alcalde U Bein, en cuyo honor fue bautizado el puente, decidió emplear las columnas de teca del abandonado palacio real de Inwa para su construcción, ya que el penúltimo rey de la dinastía Konbaung de Birmania, Mindon Min, había decidido trasladar la capital a Mandalay, once kilómetros al norte de Amarapura. De este modo, los pilares y vigas de madera que se dejaron atrás como vestigios de palacios y otros templos de la antigua capital, fueron empleados para la construcción del puente de U Bein, que dejaría unidas la ciudad de Amarapura con la aldea de Taungthaman y su pagoda de Kyauktawgyi. El puente cuenta con una extraordinaria ocupación, y es frecuentado por monjes y estudiantes a cualquier hora del día. Son extraordinarias sus puestas de sol.

Bagan

Probablemente una de las mayores maravillas que Myanmar ofrece al viajero, sea su increíble campo de pagodas, donde en la actualidad se contabilizan hasta 2.400 fantásticos edificios entre templos y pagodas, esparcidos sobre un manto verde de terrenos cultivados, y salpicados de rojas y blancas estupas.

Partiendo de Mandalay, la mejor vía para alcanzar Bagan, es navegar sobre el gran río Ayeyarwady, Se parte de Mandalay a las 8 de la mañana, y atravesando un precioso paisaje verde de terrenos cultivados, y plagado de pagodas, antes de las 5 de la tarde estaremos llegando a Bagan.

Un vuelo en globo de aire caliente sobre Bagan, al amanecer, será una experiencia única. Se comienza a volar a la hora que lo hacen los pájaros, y cuando el sol está a punto de salir. En ese momento la luz comenzará a llenarlo todo, y una fascinante luz color naranja teñirá el cielo tras el río Ayerwadi.

Bagan fue la antigua capital del imperio de Pagan que se extiende a las orillas del río Ayeyarwady, como una amplia meseta en el centro de la antigua Myanmar. Conoció su mayor esplendor entre los siglos XI y XIV, época en la que se construyeron más de 4.000 templos y pagodas. Todo esto sucedió en época del gran rey Anawrahta I, que fue el pionero y precursor de este momento tan dulce que vivió la región. También se debe a él la introducción del budismo en Birmania y hoy en día el 89% de la población profesa esta religión. Lamentablemente una consecución de guerras e invasiones, y la gran cantidad de terremotos que aquí se producen (más de 500 solo en el siglo XX), han reducido sensiblemente su gran aportación artística. En la actualidad, y con ayudas de la UNESCO perviven algo más de 2.500 templos o pagodas, dispuestos caprichosamente a lo largo y ancho de esta gran mancha verde a orillas del río Ayerwadi .

Su tuviésemos que destacar uno de estos templos, sin duda seria el Ananda Paya. Ananda fue el primo hermano de Buda Gautama, el buda histórico, y uno de sus principales discípulos. En su honor fue consagrado este super templo, sin duda la más impresionante y bella joya que nos proporciona todo el recinto de Bagan, y uno de los lugares más venerados por todo el pueblo birmano. Sus orígenes datan del año 1090 cuando fue construido bajo el mandato del rey Kyanzittha. Su estupa central, está dorada desde hace unas cuantas décadas, y combina con un tono rojizo que la distingue del resto de edificaciones. Los huecos de sus ventanas interiores, frecuentemente son utilizados por jovencitos monjes como lugar de oración. Dentro del Ananda Paya, observamos, 4 figuras de Buda doradas, de casi 10 metros de altura, y cada una de ellas, está orientada hacia un punto cardinal, siento su tallado al más puro estilo Bagan. A pesar de su aspecto en color dorado, que podría hacer pensar que son de metal, estas cuatro impresionantes imágenes están construidas en su totalidad en madera de teca maciza. Cada uno de ellos nos enseña una posición diferente de las manos, en las que nos muestran expresiones usadas por Buda a sus discípulos.

Para finalizar, debemos referirnos al fascinante mercado del poblado de Nyaung U, municipio donde se encuentre el viejo y el nuevo Bagan, ubicado en la parte noreste de la ciudad. Se trata de un mercado local pensado exclusivamente para nativos, pero donde los auténticos viajeros del mundo podrán disfrutar como niños. Aquí uno puede encontrar casi todos los productos de Myanmar en sus diversas secciones: productos perecederos como frutas, verduras, pescados, etc; longyis tradicionales u otras clases de ropa; artículos y muebles de mimbre o de ratán; cosméticos y pasta de tanaka para el cuidado de la piel; y las hojas del té, una de las especialidades del país. La visita al mercado se convierte en una magnífica oportunidad para mezclarse con la gente nativa, y poder estudiar una parte de su vida.