Solidaridad constructiva
Diego Patiño | Santiago Carro
La cifra "70 millones" puede aludir a múltiples cosas; pero hay una que el pasado año alcanzó esta cota: el número de desplazados, de personas sin hogar que por determinados motivos –principalmente bélicos– no han tenido otra oportunidad que dejar sus casas, su país y emigrar a zonas más "seguras" donde, al menos hoy, no mueran aplastados por la maquinaria militar.
Una gigantesca cantidad avalada por ACNUR y que pone de manifiesto una imperiosa necesidad: dar techo a una población similar a toda la que habita en Reino Unido o en Francia, por poner dos ejemplos. Ante esta perspectiva el problema al que dar respuesta es ¿cómo dar cobijo seguro con unas condiciones mínimas de habitabilidad?
Recuperando las características "tiendas" de los nómadas que habitaron desde hace cientos de años en regiones inhóspitas la arquitecto de origen canadiense y jordano, Abeer Seikaly, parece haber encontrado la solución más idónea para ofrecer una "vivienda" digna a los refugiados en casos de desastres humanitarios, sea el origen natural o bélico.
Seikaly se basó en un modelo de carpa con dos capas, de modo que la capa más externa –creada con un tipo concreto de tela– permite ser cerrada para proteger a las personas del frío y la humedad de la noche y en invierno; en verano, o bien para ventilar la estancia, se puede abrir la capa externa permitiendo el acceso de aire. El diseño de la tienda ha sido denominado "waving a home" y posibilita que –además de poder ventilar su interior– debido a su ligereza pueda ser transportada fácilmente cual tienda de campaña.
Este diseño, llamado «Weaving a Home», está confeccionado a base de una tela texturizada única de tubos de plástico de alta resistencia formados en curvas sinusoidales que pueden expandirse y contraerse en diferentes condiciones climáticas, pero también pueden desmontarse para facilitar la movilidad y el transporte. Además, y debido a su particular diseño, permite ser autosustentable gracias a que puede recoger el agua de lluvia, ser almacenada en los bolsillos laterales de la tienda y ser empleada posteriormente como, por ejemplo, ducha. De igual modo, toda la radiación solar es capaz de almacenarla en pequeñas baterías distribuidas en el fondo de la tienda, lo cual la convierte en 100% habitable.
La arquitecto Seikaly observó formas ya creadas en la naturaleza para diseñar sus tiendas "weaving a home"; de hecho se inspiró en particular en las escamas que presentan ciertos peces y reptiles.
El diseño de la tienda ganó el premio de diseño de arquitectura otorgado por la marca nipona de vehículos Lexus.