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El Seguro de Baja Laboral: ese gran desconocido
Todos tenemos un amigo que es empresario autónomo. Son valientes, decididos, trabajadores y, se dice, que tienen una salud a prueba de bajas. Pero, en este caso, la realidad no supera la ficción, y los autónomos, como todos los demás, también caen enfermos.
Datos de la Seguridad Social arrojan un promedio de 300.000 bajas anuales de trabajadores autónomos, lo que supone casi un 10 % del total. Y además, las bajas registradas tienen una duración media de 90 días, lo que es una duración bastante considerable.
Con estos datos en la mano, el Seguro de Baja Laboral debería ser un imprescindible para todos los autónomos en nuestro país, dada la cobertura patrimonial y personal que proporciona. Conocido también como Seguro de Incapacidad Laboral Temporal (ILT), la tranquilidad es la principal ventaja de este seguro, pero no la única.
¿Cuál es su fiscalidad? ¿Cómo tributa?
Ya analizamos en un artículo anterior qué indemnización se recibe si un trabajador autónomo cae enfermo, y la descobertura a la que están expuestos si no cuentan con un seguro de este tipo.
Toca revisar ahora las ventajas fiscales de los Seguros de Baja Laboral. Para empresarios Autónomos y Profesionales Liberales, que tributen por actividades económicas en el IRPF por estimación directa, es gasto deducible de su actividad económica hasta 500 euros por persona para aquellos seguros que les den cobertura así como a su cónyuge o descendientes (gasto no deducible en las diputaciones forales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa).
En caso de sufrir una baja laboral, la indemnización percibida por este seguro generará una renta para el beneficiario que será considerada ganancia patrimonial por diferencia entre la prestación percibida y el importe de la prima satisfecha. Esta ganancia se imputará en el ejercicio en el que se ha generado el derecho a su percepción.
“¿Pero yo nunca me pongo enfermo?”. Entonces ahora es el momento de contratarlo para poder obtener la mejor prima posible. En S4 Correduría de Seguros realizamos un análisis personalizado de cada caso para determinar qué compañía aseguradora ofrece el producto más adecuado. Analizamos las cláusulas de los contratos de renta, subsidio o baja, y su “letra pequeña” remarcándolas y comparándolas.