SEGURIDAD Y SALUD

Antonio Carballo Couñago

arquitecto técnico_
coordinador del gabinete de seguridad del coaatpo_

 

Los procedimientos de trabajo

Una vez más, aun siendo consciente de que se trata de un tema recurrente, he de referirme a la importancia de la inclusión de la gestión de la prevención en el sistema general de gestión de la organización de las empresas, siendo, igualmente, consciente de la imposibilidad de que esto se lleve a cabo en la inmensa mayoría de empresas que operan en el sector de la construcción, por tratarse de empresas medianas, pequeñas o muy pequeñas y también por la singular práctica de la multi-contratación para la ejecución de cualquier obra, con independencia de la magnitud de la misma.

Como concepto, dentro de la gestión de la prevención se incluye lo que se denominan procedimientos o instrucciones de trabajo, algo que resulta cotidiano en cualquier sector industrial excepto en el de la construcción. Sector, este, en el que la línea que separa las obligaciones y/o responsabilidades de las empresas contratistas de las de la Dirección Facultativa es muy fina –casi imperceptible a la hora de dirimirlas–, por lo que deberíamos de buscar formulas que resultasen más eficaces tanto de cara a coadyuvar que el accidente no se produzca como a poder acreditar la trazabilidad del desempeño de la función que nos ha sido encomendada a los técnicos.

Los estudios de seguridad y salud así como los planes que se derivan de estos se caracterizan, desafortunadamente, por disponer de un formato más próximo a la evaluación de riesgos y a la excesiva sistematización o normalización de las tareas que a los procedimientos de trabajo específicos, algo que no sería muy grave en obras ejecutadas por empresas con su gestión de prevención integrada en la organización de la misma, pero que si, puede acarrear situaciones no deseadas en obras ejecutadas por empresas con carencias organizativas; en obras en las que se opte por la contratación de varias empresas (en ocasiones añadiéndole algún trabajador autónomo); en obras de pequeña entidad; etc.

En cualquiera de las situaciones con las carencias referidas anteriormente no cabe esperar la existencia de documento alguno, elaborado por la empresa, que establezca los procedimientos o instrucciones de trabajo en un momento dado, con el incremento del riesgo que esto supondrá en aquellas tareas que se deberían haber considerado críticas mucho antes de abordar su ejecución. De ahí que lo que aquí se propone es, en cierto modo, suplir, una vez más, las carencias estructurales del sector incluyendo en los estudios y, por ende, en los planes de seguridad y salud, un apartado que determine el procedimiento de trabajo a seguir, con la finalidad de que se conviertan en instrucciones de trabajo en las que se describa de manera clara y precisa la forma de realizar, al menos, aquellas tareas que requieran de un especial cuidado tanto para la seguridad personal de quien las ejecuta como para la de otros trabajadores que se puedan ver afectados durante la ejecución de las mismas.

Hemos de tener presente que tanto el promotor de la obra como el/ los técnico/s por él designado/s han de procurar un idéntico objetivo respecto de los accidentes laborales, el cual no es otro que la ausencia total de estos. Para ello será de gran utilidad adelantarse al proceso de ejecución de la obra – concretamente durante la elaboración del estudio de seguridad y salud -, introduciendo en este documento los procedimientos e instrucciones de trabajo necesarios, ya que de este modo le estaremos indicando un camino a la empresa contratista para la elaboración del plan de seguridad y salud y, también, estaremos poniendo los cimientos para una correcta coordinación de la aplicación de los principios generales de prevención y seguridad en la fase de ejecución de la obra.

Todo esto, evidentemente, requiere de matices en función de cada situación concreta. No se trata pues de elaborar un documento cerrado, de obligado cumplimiento, pero sí de establecer una forma de “hacer”, en la que los procedimientos de trabajo tendrán una presencia prioritaria a lo largo de la ejecución de la obra, pudiendo estos ir surgiendo a medida que avanza la obra o adaptándose a las demandas de la misma en cada instante, bien por la vía de anexos al plan de seguridad y salud aprobado o bien como complemento de los mismos.