Estamos viviendo una crisis energética global, los precios de la electricidad cada semana baten los récords de la semana anterior y parece lejano el final de esta situación. Los combustibles fósiles no están ayudando, a lo largo del año el gas natural ha estado en máximos históricos y el Brent en máximos de los últimos 5 años.

Como consumidores casi no tenemos opciones para combatir esta escalada de precios. Las alternativas que tenemos pasan por dos focos, el primero la eficiencia energética, consumiendo de forma más eficiente reduciremos la factura energética, y el segundo la implantación de las energías renovables, las energías térmicas y el autoconsumo eléctrico, fotovoltaico fundamentalmente.

Globalmente, como sociedad, pensamos que las energías renovables son el futuro, por el bien del planeta, por las generaciones futuras, porque es importante una autonomía energética a nivel país… pero en mi opinión ya son la mejor opción de presente. Las tecnologías han avanzado de una forma notable en los últimos quince años, la aerotermia, la geotermia, la biomasa, la energía fotovoltaica son hoy en día más competitivas desde un punto de vista económico que los sistemas de energía tradicionales.

Además, existe un fuerte apoyo institucional para el avance de la llamada Transición Ecológica o “descarbonización” de la economía. La pandemia del COVID-19 ha acelerado este proceso, la Comisión Europea ha aprobado para España un ambicioso Fondo de Recuperación, Transformación y Resiliencia para contribuir a la reconstrucción de la economía postpandemia. Dentro de este Plan el Gobierno de España ha dotado de fondos a las comunidades autónomas para que desarrollen programas de incentivos ligados al autoconsumo y almacenamiento con fuentes de energía renovable, así como a la implantación de sistemas térmicos renovables en el sector residencial (RD 477/2021).

En Galicia estos programas se han dirigido al sector servicios, a determinados sectores productivos, al sector residencial, a las administraciones públicas y al tercer sector, dotándolos con más de 36,5 M € para el periodo 2021-2024. Estas ayudas se han canalizado a través del Instituto Enerxético de Galicia, INEGA, y ya se ha abierto el plazo para la presentación de las solicitudes (en octubre para las empresas y en diciembre para el sector residencial, AAPP y tercer sector).

Para el sector residencial, tanto para viviendas unifamiliares como para comunidades de propietarios, la solicitud ha de canalizarse a través de una entidad colaboradora adherida al programa, se puede consultar el listado de empresas colaboradoras en la página web del INEGA.

Respondiendo a la pregunta inicial, el primer motivo por el que comenzar ya con la Transición Energética es medioambiental, por la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y el segundo es económico, sistemas de energía más eficientes que reducirán el gasto energético apoyados en incentivos públicos que reducirán el coste de implantación y por tanto el periodo de retorno de la inversión.

¿Por qué no comenzar ya?