MARKETING INMOBILIARIO
Somos emociones
Nuestro negocio y sector nos obliga y nos tiene que gustar establecer relaciones con otras personas. En esa comunicación, nuestra imagen y lo que decimos son influyentes en el pensamiento del interlocutor que lo recibe y viceversa.
Debemos ser expertos en soluciones y no ser expertos en excusas. La utilización de herramientas a nuestro alcance para poder convencer con beneficios al posible comprador de una de nuestras viviendas como opción de compra empieza con la imagen y la proyección de la misma.
No somos lo que vendemos, somos lo que representamos que vendemos, la proyección de nuestros productos somos nosotros en la primera fase. Causar una buena primera impresión es fundamental.
La barrera psicológica que debemos superar en la mente de un comprador y que este nos de la oportunidad de llegar a algún tipo de acuerdo empieza con nuestra imagen, luego la suavidad en el trato y lo que nos hará avanzar realmente es en la firmeza en los planteamientos.
Si podemos transmitir que nuestro producto ayudará a satisfacer las emociones que un comprador está buscando allanará el camino a la consecución al éxito en la operación.
La principal acción de un vendedor es la escucha activa, sin esta y sin una buena investigación de la búsqueda real de las necesidades deseadas por los clientes a través de preguntas de situación, nos hará hablar demasiado al no saber cuales serían las respuestas más adecuadas.
Las dos partes intervinientes son puras emociones, somos lo que transmitimos y son lo que nos transmiten por ello es imprescindible que esas emociones y sensaciones sean las adecuadas.
Debemos cuidar cada detalle, cultivar la sinceridad y honestidad en el trato. No precipitarse, todo llega.