interiorismo
Cristina Alcalá
La baldosa hidráulica
Imagenes cedidas por Mosaista
La baldosa hidráulica es un revestimiento que se compone de una base de cemento y una capa superior de marmolina, pigmentada de manera tradicional.
En inglés se llama cement tile (azulejo de cemento) y en francés carreaux ciment (cuadrado de cemento).
Su utilización como pavimento fue muy popular en toda Europa a principios del siglo XX.
En este artículo os voy a contar el proceso de un pavimento de baldosa hidraúlica.
Eligiendo la baldosa para nuestro proyecto
Lo primero que tenemos que elegir es el diseño, el patrón que se repetirá para formar el dibujo:
A continuación, elegimos la combinación de colores deseada:
Con esto ya podemos hacernos una buena idea de lo que será el resultado final, si bien lo óptimo es elegir los colores en la propia tienda, al natural.
Es importante ser conscientes de que podrá haber variaciones en las tonalidades finales respecto a las muestras, debido al proceso artesanal de fabricación.
Su tamaño clásico es de 20x20 cm, cuadrada, pero actualmente se produce en muchos tamaños y formas, como la hexagonal. Tienen un grosor total de casi 2 cm, de los que la capa con color tiene apenas 3 mm.
El precio de las baldosas dependerá entre otras cosas se la cantidad de colores que haya en cada baldosa. Ahora se entenderá por qué…
El proceso de fabricación
El proceso de su fabricación es fascinante. Es totalmente artesanal.
Para cada diseño existe un molde metálico llamado trepa. Para un diseño nuevo, habrá que fabricar previamente esta trepa. Cuando se restaura un suelo antiguo, se crea una trepa que reproduzca su patrón para poder hacer baldosas nuevas iguales.
Cada compartimento de la trepa se va rellenando con una fina capa de la mezcla de marmolina, cemento blanco y el correspondiente pigmento:
A continuación, se rellena la totalidad del molde, primero con una fina capa con función secante que contiene mortero fino, con mucha proporción de cemento, y a continuación con el mortero de árido y cemento que al fraguar le da su consistencia a la baldosa. ¡Cada baldosa de 20 x 20 cm pesa más de un kilo!
Las baldosas se secan al aire y están listas para su envío al cliente.
Las baldosas que habíamos diseñado llegan de fábrica
¡Este momento es muy emocionante!
La colocación
La colocación de las baldosas hidráulicas no es muy distinta a la de otros tipos de baldosas. No hay que tenerle miedo. No obstante, hay que tener muchísimo cuidado en algunos puntos:
- Hay que tener en cuenta su gran grosor a la hora de nivelar las distintas estancias de la vivienda, para evitar sorpresas a la hora de casar este pavimento con otros
- Se colocan “a hueso” dejando el menor espacio posible entre unas y otras
- Son muy porosas, por lo que habrá que tener a mano un cubo con agua limpia y una esponja para aclararla inmediatamente después de darle la junta
- Es conveniente dar un tratamiento abrillantador una vez instaladas para crear una capa protectora, ya que es muy habitual colocarlas en zonas sensibles de la casa como cocinas y baños.
El resultado
¿No merece la pena?
El proceso puede ser mucho más fácil y rápido eligiendo entre la gran variedad de baldosas hidráulicas que existen en stock en el mercado. Pero la satisfacción de tener un suelo único es inmensa.
Al igual que sucede con el mármol o con la madera, la baldosa irá cambiando con el paso del tiempo porque sus ingredientes son naturales. No es un porcelánico que nunca cambiará. Es muy importante que el cliente sea consciente de ello y lo valore antes de elegir esta opción.