de viaje como viajeros
COVID-19, fronteras infranqueables
En diciembre de 2019, en la floreciente y rica ciudad china de Wuhan, apareció un brote epidémico de neumonía de causa desconocida, que según afirmó más tarde Reporteros sin Fronteras, el 20 de ese mes, ya llegó a afectar a más de 60 personas.
En España, como en el resto del mundo, el hecho no pasó de una noticia breve en el interior de los periódicos, y alguna comunicación perdida en medio de los informativos de las televisiones del mundo.
El 31 de diciembre, el Comité de Salud Municipal de Wuhan informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que 27 personas habían sido diagnosticadas con esa neumonía, resultando siete de ellas en estado crítico. El 7 de enero de 2020 los científicos chinos habían aislado el virus causante de la enfermedad, y realizaron la secuenciación del genoma, poniendo estos datos a disposición de la OMS el 12 de enero de 2020. En esa fecha ya eran 41 las personas infectadas con el nuevo virus, y que comenzaron a sentir síntomas que incluían: fiebre, malestar, tos seca, dificultad para respirar y fallos respiratorios.
Por grave y trágicamente evidente que hoy nos parezca, el mundo, en aquellos momentos, se negaba a querer aceptar la dramática dimensión de tal noticia. La Humanidad, no estaba preparada para aceptar tan cruda y dura realidad.
La rápida expansión de la enfermedad hizo que la Organización Mundial de la Salud, el 30 de enero de 2020, la declarara una emergencia sanitaria de preocupación internacional, basándose en el impacto que el virus podría tener en países subdesarrollados con menos infraestructuras sanitaria!!... El 11 de marzo la enfermedad se hallaba ya en más de 100 territorios a nivel mundial, y fue reconocida como una pandemia por la OMS. El número de casos confirmados continuó creciendo hasta alcanzar los quinientos mil casos a nivel mundial.
El 13 de febrero, ante el desconcierto de muchos, y las dudas de manipulación comercial por parte de otros muchos, el coronavirus gana el pulso al Mobile World Congress (MWC) de Barcelona, el mayor congreso monográfico que se realiza en España, al que asistirían decenas de miles de personas de todas las partes del planeta. La GSMA, la asociación de operadores que organiza el evento, decidió ese miércoles cancelar la feria tecnológica más importante del mundo, que debía celebrarse entre el 24 y el 27 de febrero en Barcelona.
Aunque todavía muy levemente, las dudas comenzaron a circular entre la población mundial, y aunque la experiencia hoy nos indica que con gran retraso, los gobiernos comenzaron a diseñar sus estrategias y medidas de defensa.
El 14 de marzo, al mediodía, España alcanzaba los 5.232 contagiados, y 133 muertos.
El Gobierno de España decreta el estado de alarma, limitando la libertad de circulación ciudadana a determinados supuestos y decretando el cierre de la mayoría de comercios y la totalidad de los lugares de ocio, educativos y culturales. Se inicia la larga y penosa cuarentena en todo el país.
Todavía medio ciegos, habíamos chocado contra una verdad irrefutable, y lo que era y sigue siendo mucho peor, sin fecha conocida de caducidad. Ese mismo día, la emblemática y tradicional Sevilla, cancela la celebración de su Semana Santa, así como en Córdoba, Jaén y otras muchas ciudades.
En paralelo, sin embargo, el pueblo también trataba de abrir ventanas que tan solo mirasen al cielo y posibilitasen esperanzas… Creer en algo y en alguien, y luchar unidos!!. En esa misma fecha, también se inicia un movimiento ciudadano que, a las 20 horas nos convoca a todos los españoles a salir a las ventanas y balcones, para aplaudir, al ritmo del viejo Resistiré, como muestra de apoyo a profesionales de servicios básicos y especialmente al personal sanitario. Comienza un movimiento solidario como reconocimiento a esos profesionales, y que al mismo tiempo, ayuda a la población a huir levemente de su aislamientos, posibilitando relaciones con gramos de calor, entre vecinos.
El tsunami de noticias sobre el coronavirus lo inunda todo: periódicos, radios y televisiones, redes sociales… Cualquier otra noticia pasa a segundo plano. Comienza la campaña publica de concienciación, y parece destacable la concreción de las posibilidades de contagio. De acuerdo con los estudio publicados en las revistas científicas New England Journal of Medicine (el 17 de marzo de 2020) y The Lancet Microbe (2 de abril), la persistencia del virus en las distintas superficies es la siguiente: Papel y pañuelos de papel: 3 horas, Cobre: 4 horas. Cartón: 24 horas. Madera: 2 días. Tela: 2 días. Acero inoxidable: 2-3 días. Plástico de polipropileno: 3 días. Cristal: 4 días. Billetes: 4 días.
Desde aquellos tremendos días iniciales, hasta los no menos tremendos momentos actuales, entre medidas de todo tipo, y entre las más o menos acertadas campañas de contención propuestas por todos los gobiernos del planeta, el Mundo aun no ha sido capaz de vencer al Covid 19. El 8 de enero de 2021 se contabilizan 87,4 millones de contagiados, 48,9 millones de curados, y mas de 2 millones de muertos. Y en España, 1,98 millones de contagiados y 51.500 fallecidos.
Futuro de los viajes vacacionales
A lo largo de los últimos 20 años de nuestro nuevo siglo XXI, los viajeros españoles a destinos internacionales, han tenido un incremento absolutamente espectacular. A pesar de la profunda crisis económica de 2008, los deseos de conocer nuevas culturas, de ganar días de ocio en otras latitudes, o simplemente de acercarnos a las playas y a su mundo de ocio, han creado una cultura del viaje que ya se ha convertido en un bien casi irrenunciable…
Irrenunciable hasta la aparición de un veto inapelable, tan fuerte y, por ahora invencible, como el Covid 19.
Además de las ineludibles limitaciones de tráficos que todos los países han decretado, podríamos añadir otras varias razones que harán muy difícil que los aviones del mundo, los hoteles y resorts, los grandes buques de cruceros, y los magníficos tours en autocar o ferrocarril, tengan la oportunidad, en el corto o medio plazo, de volver a llenarse.
Pero quizás el más importante de esos motivos sea el MIEDO:
Todos (o casi todos), hemos comprendido las numerosas y fáciles maneras de contagiarnos… Y lo que es peor, la posibilidad de ser confinados u hospitalizados lejos de nuestra casa. Si el viaje es en avión, las posibilidades de contagio comienzan en el aeropuerto, continúan en el (o los) aviones que debamos utilizar. Luego los movimientos en el país de destino: autocares o taxis, hoteles, restaurantes, asistencia a bellísimos lugares llenos de gentes de toda procedencia…. Pero si algo va mal!, en el mejor de los casos, tocará confinarse una cuarentena aislado de todo el mundo, lejos de nuestra casa. Y en otra posibilidad todavía peor, ingresar en un hospital .
Y aun así, esto que hemos descrito solo sería posible, siempre que la elección del destino que hayamos realizado, no tenga medidas restrictivas, que, como actualmente sucede en muchos casos, ese país permita a los españoles visitar libremente, o con solo la presentación de una prueba PCR actualizada. Lamentablemente, son muchos los países que nos exigen una cuarentena en un hotel durante los 10 primeros días, antes de permitirnos recorrer libremente su país.
Hasta el momento actual, aunque con mucha precaución, y aprovechando los contados momentos de bonanza, hemos podido pasear por nuestra España, lo que ha contribuido a aminorar nuestro creciente deseo irrefrenable de conocer y disfrutar de nuevos y atractivos destinos. El problema, es que no hay un horizonte claro para poder reanudar los viajes a otros países, y menos aun, a exóticos destinos lejanos y aventureros.
Bajo nuestro profesional punto de vista, y circunscribiéndonos a la realidad actual, ese idílico futuro pasa exclusivamente por la vacunas, su distribución, y que se constaten sus buenos resultados, y su autentico periodo de inmunidad. Cuando al menos el 70% de la población haya sido vacunada, y se tenga la certeza de su idoneidad , el mundo podrá recomenzar con garantías su periplo viajero, y poco a poco, tratar de alcanzar lo que, hace solamente 11 meses, nos parecía absolutamente normal.
Pero no nos engañemos! La mera aplicación de las más idóneas vacunas, por si solo, no será suficiente. Para lograr cerrar ese terrible circulo de contagios y muertes en un periodo próximo a un año, será absolutamente imprescindible la cooperación racional y responsable de todos, o de casi todos los 7.600 millones de habitantes de nuestro planeta. Será imprescindible cooperar con la ciencia para frenar el desmedido índice de contagios que hoy padecemos, y permitir que esas ansiadas vacunas nos vayan inmunizando a todos poco a poco.
Para nosotros, y para muchos de los más importantes operadores del turismo global, ese que hoy consideramos casi utópico momento, solo se podrá alcanzar, quizás traspasado diciembre de 2021 .
Pero no desesperen amigos, ese momento llegará, y nuevamente, ustedes y nosotros, podremos volver a programar viajes a cualquier lugar de los cinco continentes, incluidos los de un espíritu aventurero.