El nuevo IES Pagasarribide cuenta con la mejor acústica gracias a la instalación de Techos Armstrong
© Pedro Pegenaute
El nuevo centro de enseñanza secundaria IES Pagasarribide BHI es un proyecto llevado a cabo por el despacho de arquitectos PERALTA AYESA, en Bizkaia, con el objetivo de alojar a 200 alumnos más, aumentando así el espacio educativo. El nuevo edificio, de más de 3.300 m2, distribuye sus instalaciones en ocho aulas ordinarias, un comedor office, una biblioteca, un gimnasio, un laboratorio y aulas de música, informática y plástica. El centro se emplaza en una parcela urbana con importantes condicionantes, como son el fuerte desnivel del terreno, y también una escasa superficie para cumplir con las necesidades que presentaba el proyecto. Además, era necesario conectar las nuevas aulas con las ya existentes y esto se ha llevado a cabo a través de una pasarela peatonal ya existente.
Por ello, para lograr que el edificio ocupe el menor espacio posible, se ha propuesto que sea compacto. De ese modo se ha diseñado el porche de manera que esté integrado en el edificio, reduciendo el gasto de una cubierta ligera y liberando el máximo espacio exterior para que el patio sea mayor. Pensado para que se adopte a la forma del solar, el edificio tiene el mínimo impacto sobre el solar. Así, está dispuesto de forma que hay una fluida conexión entre interior y exterior, enriqueciendo las posibilidades de ambos. Y, aunque el solar sea irregular, también se ha conseguido crear espacios interiores proporcionados, como las aulas, que están dispuestas de tal forma que aprovechan al máximo la luz que entra por las ventanas, consiguiendo que el ambiente sea idóneo para estudiar y haya una reducción del consumo.
Los techos Armstrong aseguran un entorno ideal para los espacios educativos
Para que los estudiantes se relacionen y aprendan en las mejores condiciones posibles se hace necesario crear ámbitos y espacios de enseñanza con unas condiciones idóneas de luz, atenuación acústica, máxima inteligibilidad, entre otras características. Para ello, la elección de unos techos acústicos con óptimas prestaciones que resuelvan estos factores es imprescindible para obtener el mejor resultado. En este sentido, los arquitectos han elegido la gama de techos de fibra mineral Sahara de Armstrong. Estos techos de estética minimalista, gracias al borde Vector, combinan un buen rendimiento de absorción con la atenuación del sonido. Además, garantizan un óptimo acceso al plenum menor. Esta gama ha sido instalada en las aulas y los pasillos, las zonas más importantes de edificio. Los arquitectos de la obra, pues, han confiado en la marca Armstrong para que los estudiantes tengan las mejores instalaciones posibles en su nueva escuela.
© Pedro Pegenaute
Además, estos techos tienen una alta reflectancia luminosa, de hasta un 84%. Así, combinando los grandes ventanales con la instalación de los techos Sahara se consigue aprovechar al máximo esta luz. Este hecho tiene un impacto directo en el mantenimiento de la iluminación apropiada del lugar y el ahorro del consumo. Por otro lado, la gama Sahara también consigue una alta absorción y atenuación acústica, tanto dentro de la aula como entre ellas. Esta es una característica muy importante dado que, cuando se diseña una escuela, la preocupación acostumbra a ser la atenuación del ruido dentro del aula, pero no si el ruido se propaga entre las aulas colindantes. Armstrong contempla este inconveniente, y por ello los techos Sahara no solo ofrecen una atenuación acústica de hasta 35 dB, sino que además atenúan la propagación de ruido entre las aulas contiguas.
Así, gracias a la correcta instalación de los techos Sahara, se ha conseguido el ambiente adecuado para que la comunicación entre profesores y alumnos sea más clara y el entorno mantenga unos niveles de volumen que no sean perjudiciales para la convivencia.