Medio ambiente
Sara Domínguez Alonso
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¿Cómo afecta la nueva ley de residuos y suelos contaminados a la construcción?
El Congreso aprobó en diciembre del año pasado el proyecto de Ley de Residuos y Suelos contaminados para una economía circular. El objetivo de dicha ley es establecer medidas destinadas a proteger el medio ambiente y la salud humana, mediante la prevención y reducción de la generación de residuos y de sus impactos adversos en el medio ambiente.
El uso de productos eficientes en recursos, duraderos, reciclables, reutilizables y actualizables es una prioridad, ya que es imperativo ofrecer productos que contengan fracciones recicladas. Para poder hacer esto, es importante contar con patrones de producción y consumo sostenibles que aseguren que los residuos generados en las obras de construcción lleguen a los fabricantes para ser devueltos al sistema
Para la producción, propiedad y gestión de residuos, se establece una línea de base en la que se espera la recogida selectiva de los residuos con el fin de potenciar su valorización o transformación final en otros productos, y para que esto sea posible en las obras de construcción, es necesario llevar a cabo el desmantelamiento y la separación selectiva de fracciones de residuos en al menos los siguientes materiales: madera, áridos, metal, vidrio, plástico y yeso.
Con respecto a la valorización de residuos, es importante considerar que el fin de la condición de residuo en fracciones como madera, metal, cartón y vidrio cuando se convierte en parte del proceso productivo como materia prima secundaria.
Para incentivar el reciclaje, estipuló que las partes combustibles, como madera, plástico y cartón, no pueden ser incineradas a no ser que procedan del material impropio generado por las empresas que las han absorbido en sus procesos de fabricación
La nueva regulación se relaciona con el principio de responsabilidad ampliada, que establece que ésta corresponde enteramente a los promotores, como productores de residuos, y a las empresas constructoras, como poseedoras hasta que el tratamiento esté plenamente documentado.
Por su parte, se establece como prioritaria la trazabilidad porque permite aumentar la transparencia sobre el camino que recorren los residuos. En este sentido, la identificación inequívoca de las operaciones de tratamiento a las que son sometidos los residuos cobra especial relevancia según el nuevo marco mediante la emisión de certificados que deben describir con precisión las transformaciones que sufren todos los residuos. No se puede delegar la responsabilidad en un gestor con la ayuda de un único certificado de recogida y gestión ya que solo sirve como declaración de intenciones, esto permite además cumplir con las obligaciones de información comunitarias e internacionales, posibilitando un control y seguimiento efectivo de la gestión de todos los residuos generados.
Se ha establecido un nuevo impuesto sobre los envases de plástico no reutilizables con dos finalidades: penalizar estos materiales y fomentar el uso de productos reciclados en los edificios, y fomentar la recogida de los fabricantes que podrán reducirse la base imponible de este impuesto al incluir estas piezas en el proceso de producción.
Principio de proximidad, de acuerdo con la normativa del sistema de tratamiento de residuos, se debe dar prioridad al tratamiento de los residuos de obra a gestores especializados próximos a la zona de intervención, evitando así emisiones de CO2 asociadas al sector transporte y costes administrativos adicionales que incrementarían el cumplimiento de lo definido en la jerarquía de residuos y del principio de quien contamina paga.
En cuanto a las infracciones y sanciones, se espera que el aumento de las sanciones resulte en una clasificación más precisa, especialmente las relacionadas con la responsabilidad ampliada que afecta principalmente a promotores y constructores.
Este reglamento tiene como objetivo, entre otras cosas, evitar la mezcla de residuos, promover la recogida selectiva de residuos, definir o documentar su ruta para evitar el vertido, lo que podría generar paralización comercial y sanciones de hasta 2 €. millones en el caso de sanciones muy graves.
Este nuevo marco normativo incide en el sector de la construcción que afecta a la gestión de los residuos en las obras, penaliza el uso de productos de embalaje de un solo uso y fomenta el uso de materiales reciclados, la separación de los diferentes flujos en el sitio y un estricto control documental para registrar la trazabilidad completa de todos los residuos.