Desde hace muchos años, estamos cansados de escuchar que las instalaciones domóticas son el futuro. Pero con el transcurrir del tiempo hemos visto que realmente han sido soluciones caras, con una instalación complicada, así como con configuraciones válidas únicamente para expertos. A ello podemos sumarle las dudas que les ocasiona a los usuarios, quienes muchas veces la ven muy limitada o incluso piensan que en muy poco tiempo estará obsoleta. Son por tanto normales estas frustraciones, y más todavía, cuando han invertido en ella bastantes miles de euros.

Y realmente esto que acabamos de mencionar ha sido así hasta que en los últimos años se ha producido un cambio de paradigma gracias a la evolución tecnológica. Ahora es posible tener instalaciones con precios asequibles, sencillas y flexibles.

Esta evolución tiene su origen en dos aspectos fundamentales principalmente:

• La tecnología inalámbrica
• Plataformas abiertas con compatibilidad total

El primero, es la llegada de las tecnologías inalámbricas para que los dispositivos domóticos puedan comunicarse entre ellos. Por ejemplo, los más conocidos, Wifi o Bluetooth, al igual que otros más específicos de la domótica como Zigbee y Zwave. En los últimos años, han mejorado muchísimo a nivel de seguridad y prestaciones, y sus costes han disminuido tanto, que estamos viviendo un efecto similar al que se produjo con el salto del internet por cable al Wifi.

Estas tecnologías inalámbricas para la domótica, evitan el que tengamos que cablear y rozar las paredes de la vivienda y que los tubos de las paredes puedan reducir la calidad de estas. Son, por tanto, una grandísima alternativa que rompen una de las barreras o dificultades de la domótica al simplificar enormemente la instalación.

El segundo factor es la estandarización por la que casi cualquier dispositivo inteligente del hogar debe funcionar en cualquier plataforma. Sí, esa plataforma que se encarga de que controlar y dar “inteligencia” a nuestro Smart home mientras coordina los dispositivos. Ya sea la de Amazon, Google, Samsung, Apple,… o incluso plataformas de código abierto. De esta manera se garantiza que no dependamos de un único fabricante, proveedor o su única y propia aplicación.

A todo ello debemos sumar otras ventajas como el que podamos actualizar y mejorar nuestra domótica fácilmente añadiéndole nuevos dispositivos inteligentes de casi cualquier fabricante evitando el riesgo de que se quede obsoleta. O añadir de manera sencilla y en poco tiempo funcionalidades que vayan mucho más allá de lo más habitual sin necesidad de instalar 20 aplicaciones en el móvil.

Estos dos puntos, de alguna manera son los que están revolucionando la domótica al reducir enormemente los costes y la dificultad de la obra, así como los precios. Por supuesto han ayudado a que sean cada vez más los fabricantes quienes incorporan a su catálogo los productos del hogar inteligente tales como la iluminación, climatización y calefacción, seguridad, vigilancia, telecomunicaciones o eficiencia energética entre otros.

Usuarios cada vez más digitales

Como no podía ser de otra forma, los Clientes que son cada vez más digitales, también quieren hogares inteligentes. Poder disfrutar del control total de su casa, ya sea desde el móvil o con el asistente de voz sin tener que preocuparse de si funciona con Amazon Alexa, Siri o Google Home. Apuestan por la compatibilidad que les evite quebraderos de cabeza.

Los usuarios, necesitan que esa facilidad de uso y control que ha de darles la domótica para su hogar, se traduzca también en una instalación sencilla.

Si compramos un sensor de la marca Xiaomi que detecte la presencia de una persona, ha de funcionar y comunicarse con nuestra bombilla de colores Philips HUE simulando una sirena la cual se enciende y se apaga. Y por supuesto, cuando esto se produzca, que la cámara Ring nos envíe un vídeo, así como una notificación al móvil. Todo pudiendo configurarlo desde el teléfono con una única app. No queremos estar atados a un único fabricante ni sufrir, al comprobar cómo tras una gran inversión en la instalación domótica, esta quede desfasada tras tres o cuatro años. Buscamos tener la tranquilidad de que, si mañana queremos un termostato inteligente, sepamos que va a funcionar con lo que ya tienen montado en su vivienda. Y si no hay necesidad de tirar cable, pues mucho mejor.

Con esto, lo que se logra, es universalizar la domótica. Acercarla a cualquier persona por un precio reducido y con funcionalidades máximas. Estamos por tanto pivotando hacia ese futuro del que ya somos partícipes y que demandan los Clientes.

Domótica y el Decreto de Fogar Dixital

Cada vez es más claro que los smart homes llegan para quedarse. Futuro que fomentan incluso las propias administraciones públicas, tal y como es el caso de la Xunta de Galicia, con el Decreto de Fogar Dixital, obligando a realizar preinstalaciones de Domótica en las nuevas promociones de viviendas.

Todo para favorecer no sólo el hogar inteligente, sino también la eficiencia energética y garantizar viviendas accesibles a personas mayores o con incapacidad física.

Son por tanto las tecnologías inalámbricas y las plataformas abiertas, una oportunidad para cumplir no sólo con este Decreto, sino también para generar mayores beneficios en las promociones. Gracias a ellas, es posible que por el mismo coste de lo que es una preinstalación de Hogar Digital, se pueda hacer una instalación domótica. Nos garantizamos además una instalación sencilla y que apenas interfiere en la obra, añadiéndole a su vez un mayor atractivo diferencial para los Clientes.

Desde HomeQube creemos que este es el camino. Apostamos por la flexibilidad, la sencillez y por universalizar la domótica, por qué somos conscientes de que cada vez cobrará mayor protagonismo en nuestras vidas.