Rehabilitación de vivienda. Casa Oliveira. Vigo
ArquitectosMaría Pilar González Ferro Jordi Castro Andrade Castroferro Arquitectos PromotorManuel Cosme Otero OteroConstructorPor administración |
Estado previo_ La vivienda del abuelo
Las bases sobre las que trabajamos cuando intervenimos en una construcción existente nos suele darnos pistas de cómo es el ambiente que las creo, y es viendo el estado previo de esta vivienda donde podemos leer esa manera de construir Vigo.
Una antigua edificación que comenzó en los años 60, dejando su planta baja inacabada desde un inicio y con una pequeña vivienda en su planta superior. Un volumen modesto, sencillo, resuelto con la normal naturalidad de un hogar pintado de blanco con una cubierta a dos aguas de teja. Esa vivienda pronto debió quedarse pequeña ante el empuje de la ciudad y ya no debió haber tiempo para plantear esos crecimientos que se fueron produciendo a golpe de sentimiento y necesidad.De este modo, nos encontramos en el momento del encargo, con una edificación inacabada y aun así ampliada en su planta baja, y con una vivienda en planta alta desordenada en su funcionamiento y llena de patologías que se debían acometer la reparación.
A estos condicionantes meramente constructivos, el proyecto añade una capa previa más y es que será el nieto de aquel que fue construyendo con su esfuerzo todo lo que teníamos delante el que acometa su reparación para convertirlo en su vivienda.
Estado reformado_ La reforma del nieto
Es por lo tanto que no solo valiesen los criterios funcionales, debían también tenerse en cuenta el respeto hacia aquello que con tanto esfuerzo había logrado transmitirse.Atentos a esta premisa planteamos rescatar la primera de las edificaciones, la original de los años 60, limpiándola, ordenándola y recogiendo todos los añadidos posteriores bajo una nueva piel de madera de cedro generando de este modo un nuevo volumen de forma “casual” definido por todas esas pequeñas construcciones que fueron completando a aquella pequeña casa inicial.
La planta baja, la que siempre estuvo inacabada, pasa a ser tratada como el corazón de la vivienda al presentarse como una amplia zona de día que se articula con cuatro espacios concatenados que responden al antiguo ritmo de la estructura.Una secuencia de espacios que busca dos aspectos: recuperar las referencias de las antiguas estancias donde los usos prácticamente pueden ser intercambiados e incorporar el último espacio (clave y olvidado) en la vivienda, siendo este no otro que el jardín, una pequeña zona verde que pasa a sentirse desde el interior de la casa como una suerte de patio que se puede incorporar a través de la amplia corredera.
La planta baja se completa con una pequeña zona de servicio y un último espacio casi diminuto presidido por la chimenea acompañado por una ventana con el magnolio al fondo definiendo una zona demandada por el cliente para poder tocar la guitarra.Se deja la planta superior para la zona de noche con tres dormitorios que se adaptan al viejo perímetro dejando una amplia suite hacia el jardín y dos espacios conectados hacia el vial.
La resolución material del proyecto busca, como se ha comentado en su parte exterior, dotar de una piel de cedro canadiense que anude todas las ampliaciones que tuvo y, recogiendo sus tiempos se cambia la composición de dicha fachada mediante una solución de listón en su planta baja y dejando en tabla la planta alta.Para el interior, una alfombra de granito nos recibe en la vivienda y nos acompaña los dos primeros escalones para después continuar en un suelo de roble que define el resto de la vivienda, salvo la zona de la chimenea que recupera de nuevo el suelo de granito.
Los espacios de la zona de día se definen con un friso de madera de pino con un suave lasur blanco y las zonas húmedas se nos muestran con un panela de roble que buscan hacer de este interior de vivienda un espacio donde sentir la calma que todo hogar debe trasladar.