Discurso de Luis Espada Recarey
Presidente del jurado de los Premios Aproin
Excmo. Sr. Presidente de la Xunta de Galicia. Presidente de APROIN. Galardonados por el Premio APROIN 2017. Dignísimas Autoridades. Señoras y Señores.
En estos últimos años tuve el honor de presidir un jurado compuesto por profesionales, especialistas, cada uno de ellos, en los distintos elementos arquitectónicos que tenían que valorar en un edificio construido.
Ha sido siempre muy fácil presidirlo porque he observado, en cada momento, que sus actuaciones estuvieron siempre dirigidas hacia la observación, análisis y dictamen de la tarea que le correspondía juzgar, proceso que constantemente se llevó a cabo sin interferencias entre ninguno de ellos y que concluyó con una exposición libre de los argumentos, justificando así los premios concedidos.
Así pues, es una satisfacción para cualquier jurado, en estos momentos actuales que vivimos, dar difusión a los méritos que concurren en un grupo de emprendedores que han trabajado por y para la sociedad, recordándonos además que cualquier garantía de éxito empresarial estriba en la combinación de al menos dos factores, el individual, a modo de iniciativa y la ayua inexorable de los demás, admitiendo, además, que el debate constructivo y el continuo seguimiento de los diferentes problemas que se presentan en el día a día de la vida del emprendedor son vías de mejora de nuestra sociedad, desde la profunda convicción de que la fusión de voluntades constituye la fuerza motriz que permite avanzar a todo proyecto humano, pues cada vez es más necesario en esta actividad artística, cual es la arquitectura, la labor interdisciplinar puesta de manifiesto entre los componentes de cualquier grupo de trabajo.
Las obras galardonadas, Residencia Ballesol y el edificio Residencial Alfonso XIII, nos transmiten emoción, que es la capacidad que tiene el ser humano de percibir cosas importantes. Por eso, el mayor placer de una obra arquitectónica reside en poder ser expuesta; esto es, una forma de transmitir durante años la labor llevada a cabo, poderlas ver y poder contarlas desde sus inicios. Para ello, mantuvieron el criterio de que tenían que estar permanentemente inmersos en retos; esto es, plasmar sus propias formas de ver las cosas y, por tanto, obligados a innovarse continuamente, pues no existe experiencia sin reflexión.
La voluntad transformadora se logra por intuición, aprendizaje y además soledad, manteniendo el dicho “he hecho todo lo que he podido, pero aún sigo haciéndome preguntas”, pues las dificultades están hechas para estimular y no para restar ánimos. Filosofía impresa en los galardonados, pues las personas que triunfan en la vida son aquellas que corren el riesgo de mantener sus propias convicciones. Características notables para afrontar cualquier problema ya que lo importante es transmitir conocimientos y actitudes para conseguir lo que se desea. Que es lo que han hecho Civis Global (Promotor Gescomar Alfonso XIII. Sociedad Cooperativa Galega) e Intercentros Ballesol (Construcciones Orega) en los edificios ubicados en las calles Alfonso XIII nº 18-20 y Gran Vía nº 10, respectivamente.
¿Que han tenido en común cada uno de los premiados?
La constancia. ¡Qué vocablo! Constancia. La mayor parte de las acciones que se culminan en nuestras vidas se canalizan a través de la constancia. Había ilusión por conseguir ese objetivo y todos colaboraron, sin ningún tipo de vedetismo.
Ya lo decía Machado.... "Se hace camino al andar, golpe a golpe...”
¿Qué es lo que mueve a ser un promotor? ¿Liberar un ego personal, a modo de necesidad? ¿Transmitir una idea arquitectònica?. Fundamentalmente crear, pues “somos lo que soñamos”. Y por tanto, querer ser lo que se es; esto es, estar contento con uno mismo y comprobar que hay una buena relación entre lo que se desea y lo que se ha conseguido, pues la realidad es siempre aquello que queda después de minimizar los deseos. Y a esta realidad se ajustaron los premiados cuando dieron rienda a un proyecto arquitectónico manteniendo su identidad con emoción, que es el modo que tiene el ser humano de transmitir cosas importantes y trabajaron con objetividad, que es la capacidad de analizar una situación desde diferentes ángulos, aspecto que nos recuerda el dicho de que el éxito de cualquier actividad artística, arquitectónica, reside en sólo un 10% en la necesaria y preceptiva inspiración y un 90% de sudor”, característica que conlleva la necesaria planificación de sus obras.
En los edificios que realizaron los premiados han huido de las simulaciones y especulaciones para centrarse, así lo creemos, en que las posiciones afines, diferentes y opuestas podrían estar relacionadas con la idea de la sostenibilidad, y fueron también innovadores, pues toda empresa consigue ventajas competitivas mediante innovaciones. Tres características están implícitas en toda innovación: La introducción de nuevos productos y servicios, nuevos procesos y cambios en la organización orientados al cliente, consumidor o usuario. Todo esto lo han tenido en cuenta y desarrollado los premiados.
Saben como emprendedores que hay que trabajar arduamente para lograr los objetivos que estimaban convenientes, pues sólo así, y cuando uno cree de verdad en algo es más probable que lo logre, pues pondrá su alma en ellos; pues la vida, la vida creativa, la vida arquitectónica es rica en acontecimientos si hay ilusión. Esto lo han tenido los premiados.
Termínanos citando a Chesterton que, en sus memorias, nos dejó escrito que “voy a envejecer para todo, para el amor, para el odio, para la mentira, pero nunca envejeceré para admirar las obras bien hechas en este mundo que nos rodea”. Esta fue la filosofía intimista que ha seguido y ha tenido en cuenta el Jurado para calificar las obras galardonadas.
Sr. Presidente pertenezco a una época relacionada con los Cine-clubs. Allí aprendimos a confrontar ideas sobre el film que se había proyectado, Esto viene a colación, pues cuando Orson Welles hablaba de S. W. Griffith decía que “Hizo el primer plano y movió la cámara por primera vez. Los demás lo único que hicimos fue seguirle. Las películas de Griffith están hoy mucho menos viejas de lo que estaban hace ya más de setenta años. Sus obras perduran por sus innovaciones.
Esto es, pues, el deseo del jurado, que las obras premiadas perduren por sus innovaciones al mismo tiempo que los felicita efusivamente por sus aportaciones.
Gracias por su atención. Hasta siempre.