Literalmente, “diseñador de iluminación”, es una figura profesional que aparece en Estados Unidos en los años 50, muy reconocida desde hace unos años en toda América y Norte de Europa principalmente, empieza a consolidarse en España.

La luz es un actor fundamental en la arquitectura, cada día somos más conscientes de ello, pero normalmente se piensa su estudio demasiado tarde y con poco margen de maniobra.

Sin embargo la luz, tanto la natural como la artificial, es el principal elemento de percepción del espacio, el color y la textura de los materiales. Y por ello tiene la increíble capacidad de transformar la forma en que percibimos la arquitectura donde vivimos.

Tiene por tanto la capacidad de potenciar notablemente un proyecto pero también de estropearlo.

Dice Alberto Campo Baeza que la luz es como la sal; “cuando se dosifica con precisión, la arquitectura alcanza su mejor punto. Más luz de la cuenta deshace, disuelve la tensión de la arquitectura. Y menos, la deja sosa, muda. Al igual que la falta de sal, en la cocina deja a los alimentos insípidos y el exceso de sal los arruina.”

Pero en el sentido más práctico… ¿Qué hace el diseñador de iluminación? ¿Qué aporta?

Los proyectos, hoy en día acometidos por equipos multidisciplinares en diversas fases desde el diseño hasta la ejecución y el posterior mantenimiento.

El gran valor del lighting designer es ser un nexo de comunicación entre los diseñadores de la idea arquitectónica, los objetivos de la propiedad, y las ingenierías y los constructores de tal forma que se pueda:

• Comprender el proyecto, acompañarlo, y desarrollar una iluminación que satisfaga las necesidades funcionales, estéticas y económicas del mismo, y conseguir un resultado óptimo.
• Fundamental que el diseñador de iluminación esté involucrado desde el principio del proyecto para poder desarrollar la solución más conveniente y dejar la previsión.
• Conocer muy bien el mercado para poder valorar la mejor solución y obtenerla al mejor precio. Valorando correctamente la ecuación calidad – precio – montaje y mantenimiento. Muchas veces, las horas y la complejidad de instalación o de mantenimiento serán un coste muy superior al del material, y es más difícil de valorar inicialmente y de solucionar a posteriori.
• Colaborar con la propiedad y los contratistas para cumplir los objetivos de presupuesto, sin sacrificar las intenciones del proyecto. Reducir los costes operativos para la propiedad es una parte crucial del trabajo hoy en día.

En definitiva, el diseñador de iluminación hace una sólida contribución al proyecto para conseguir que sea visualmente interesante, cumpla las necesidades técnicas y de confort, sea eficaz y sostenible desde el punto de vista económico y energético, y en mi experiencia, sus servicios aportan un gran valor añadido.