Incidimos en el artículo anterior en hablar de luz, emoción y personas y en si realmente sabemos cuales son las características y cualidades de la iluminación que necesitamos para un proyecto concreto.

En mi experiencia, la adecuada iluminación de un proyecto, tanto natural como artificial, es uno de los elementos más importantes y definitivos del éxito. Por eso cada vez se da más importancia al proyecto de iluminación tanto por parte de los arquitectos y diseñadores como por los propios promotores y clientes.

Nuestros objetivos pueden ser muy diversos, desde la venta de artículos de moda o de perfumería; proporcionar una experiencia única en un hotel o un restaurante; o bien la promoción para el alquiler y venta de viviendas donde queremos ensalzar nuestro producto y diferenciarnos de la competencia.

En todos ellos, la buena iluminación, sin lugar a dudas, puede ser el elemento diferencial que nos lleve al éxito.

Un correcto diseño de iluminación ayuda a potenciar y genera una identidad de marca e incide sobre la percepción de la calidad que reciben nuestros clientes, muchas veces incluso de forma independiente del precio.

Un equilibrio entre la funcionalidad y la estética, es uno de los principales objetivos del diseño. También su eficiencia y consumo energético; así como una correcta evaluación del presupuesto y documentación técnica para que en la ejecución de la obra no se produzcan desviaciones ni aumentos indeseados. También una buena programación para evitar retrasos en los tiempos de montaje y suministros, así como el asesoramiento durante la fase de ejecución a los instaladores, evita los errores y la dilatación de tiempos que muchas veces, en una obra, cuestan mucho dinero y desgaste.

La iluminación debe ir de la mano del proyecto arquitectónico y de interiorismo. Acompañarlo e integrarse con este para enfatizar y transmitir lo mejor del mismo para sumar. Diseñado en estrecha colaboración con la arquitectura y la propiedad para obtener un resultado óptimo tanto a nivel técnico como estético. Y totalmente personalizado para responder a las necesidades concretas de cada proyecto y del cliente.

Hay una cultura de la luz que debemos fomentar y además, las personas son cada vez más exigentes con los espacios donde se relacionan.

Apostar por un proyecto de iluminación y un trabajo coordinado es sin duda, una garantía de éxito.