¿Quién no comienza cada año teniendo dos o tres buenas intenciones o propósitos que cumplir? ¿Y cuántos son capaces de mantenerse perseverando en el logro de esos propósitos a finales de enero? Transformar esas buenas intenciones en objetivos y elaborar  un buen plan de acción son la clave del éxito. Y en verano, con más tiempo libre para nosotros mismos, es un buen momento para marcarse objetivos golfísticos.

La gran mayoría de nosotros comenzamos el año con una lista más o menos extensa de buenos propósitos: hacer más ejercicio, perder unos cuantos kilos, la eterna promesa de dejar de fumar para los que todavía se atrevan a hacerlo o, por qué no, bajar el hándicap unos cuantos puntos. Al cabo de unas semanas, en la mayoría de los casos, todas estas intenciones y propósitos caen en saco roto porque no los hemos transformados en objetivos, por lo que en cuanto aparecen las primeras dificultades o simplemente, por comodidad, volvemos a nuestros antiguos hábitos.

No deje pasar este verano sin intentar lograr un objetivo golfístico. Tome un papel en blanco, su bolígrafo favorito y durante 5 minutos dedíquese a pensar y a recrearse en lo que le gustaría que sucediera, golfísticamente hablando.

La primera clave, y la más importante, para que sus objetivos se hagan realidad solamente depende de usted: del deseo “verdadero” que tenga por lograr ese objetivo. Cuanto más desee alcanzar ese objetivo mayor será su compromiso, implicación y esfuerzo para lograrlo. Así de sencillo.

Plan de acción

Un objetivo sin un buen plan de acción para lograrlo, en la mayoría de los casos, es simplemente una quimera. Veamos cuáles son los pasos que puede dar para que sus objetivos dejen de ser quimera, un sueño y se conviertan en realizables.

1 Sentirse comprometido – desear lograrlo

Cuando un deportista está comprometido con su objetivo hace todo lo que está en su mano para conseguirlo, persevera ante los obstáculos que, a buen seguro, se va a encontrar por el camino, y el deseo por lograrlo es muy superior a los esfuerzos que debe emplear durante el trayecto hacia el objetivo. El afán de superación personal y los sentimientos de satisfacción personal con cada paso que da son el motor de los deportistas comprometidos. Sin compromiso es imposible alcanzar metas de cierto nivel.

2 Características de los objetivos

Cualquier objetivo con el que se sienta comprometido es válido. Sin embargo, para elaborar un plan de acción óptimo es recomendable que cumplan unas determinadas características que se especifican en el siguiente cuadro.

3 Recursos necesarios

Tiempo, instalaciones, materiales, habilidades-cualidades personales que necesita para alcanzar el objetivo. Entre las cualidades golfísticas incluiremos las técnicas, físicas, psicológicas y capacidad estratégica en el campo. Imagíne que su objetivo para este verano es bajar su hándicap en 3 puntos. Una vez que haya decido que este objetivo es algo realmente importante para usted y que realmente quiere y desea alcanzar este objetivo deberá formularse la siguiente pregunta: ¿Qué necesito para bajar mi hd en cuatro puntos? Elabore una lista con todos los recursos y cualidades que cree que va a necesitar para alcanzar su objetivo.

4 De qué recursos dispone en este momento

¿Con qué recursos y cualidades ya cuenta en este momento y qué mejoras debo implementar a mi juego? De la lista de características que ha elaborado anteriormente marque con una X aquellas que cree que ya dispone en este momento. Aquellas que queden sin marcar serán los recursos necesarios que debe de conseguir y/o mejorar en los próximos meses.

5 Plan de acción

¿Qué cree qué debe hacer para conseguir o mejorar en los recursos necesarios de cara al logro de su objetivo? Las respuestas deben de ser concretas. No es suficiente con escribir “entrenar más”. Deberá especificar ¿Cuánto y cuándo va a entrenar más, con ayuda de un profesor, en la zona de prácticas, en el campo…? Lo ideal para la elaboración de un buen plan de acción es contar con un profesional de la enseñanza, quienes están entrenando diariamente a jugadores y saben perfectamente elaborar planes de entrenamiento.

6 Puesta en práctica

Ya sólo queda llevar a la práctica el plan de acción. A priori, esta fase puede parecer la más difícil, pero si ha conseguido realizar e interiorizar los 5 pasos previos, especialmente el primero, le costará mucho menos poner en práctica su plan y puede que incluso se sorprenda a sí mismo disfrutando con todo el proceso.

Realice todos estos pasos por escrito, y así podrá, en cualquier momento, ajustar el plan o revisarlo en los momentos de flaqueza para recordar su compromiso. Qué disfruten del verano.