El golf fue uno de los sectores que mejor resistió el inicio de la crisis, tanto es así que siguió creciendo en número de licencias hasta alcanzar su récord, 338.588, en 2010 dos años después de su inicio, pero a partir de ese año el descenso ha sido constante hasta ver reducido su número a las 269.509 licencias de la actualidad. El descenso es últimamente más lento, pero continuo.

Este descenso del número de jugadores nacionales, obliga a buscar nuevas fórmulas que permitan mantener en perfecto orden de funcionamiento unas instalaciones muy valiosas y de un deterioro extremadamente fácil si no se atienden debidamente y la solución no está, ni mucho menos en subir el precio de cuotas y derechos de juego.

El turismo es una de las alternativas de negocio más interesante.

No es fácil atraer grandes grupos de turistas a Galicia, si a la dispersión de los campos de golf unimos que algunos de los más atractivos pertenecen a sociedades privadas, y que solo dos campos disponen de instalaciones hoteleras propias, se comprende la dificultad.

En Galicia, hay que traer al turista a eventos concretos, pensados y organizados para él y fidelizarlo dándole en ellos toda la calidad que tenemos. El jugador de golf que acude a Galicia no se limita a jugar al golf, generalmente prolonga su visita recorriendo otras ciudades, disfrutando nuestra gastronomía y visitando a algún pariente, ¡quién no tiene familia en Galicia!

La oferta que se haga al turista, tiene que ser muy completa y cubrir sus expectativas de viaje. En el momento de salir de su casa tiene que saber todo lo que va a hacer durante los días que se prolonga la oferta, los hoteles en que se va a alojar, los torneos que va a disputar, las localidades que va a visitar y los restaurantes a los que va a acudir. Luego será él el que decida complementar la visita anticipando la llegada o retrasando el regreso, pero el núcleo central de la oferta es el que va a ser decisivo al decidir su viaje.

En el campo de golf cada vez es más necesario tener una casa club confortable, buenos vestuarios una buena recepción, oferta razonable de buggys y carros eléctricos, el jugador lo exige, sobre todo el sénior que puede encontrar en Galicia, con su oferta complementaria de termalismo un destino ideal.

El sector del jugador sénior tiene un enorme interés y está en general muy desatendido sobre todo si tenemos en cuenta el potencial que representa. Los jugadores sénior son muchos, más del 50% de los federados en España, la mayoría pueden jugar a diario, sin limitarse a los fines de semana y disponen de tiempo para dedicarlo al golf al no estar sometidos a horarios de trabajo. Todos los eventos que se orienten a este sector pueden planificarse entre semana, cuando la mayoría de los campos de Galicia tienen una ocupación mínima.

En Galicia se celebran en la actualidad tres grandes torneos destinados en exclusiva al jugador sénior uno en el Real Club de Golf de La Coruña y dos en el Golf Balneario de Mondariz, los tres cubren sus plazas con meses de anticipación.