Con una dilatada experiencia en el desarrollo de perfilería industrial Exlabesa decide impulsar su ya existente división de ventanas y cerramientos. Es por eso que surge la necesidad de construir un nuevo edificio, que. , aunque vinculado a la fábrica, mantenga cierta independencia con respecto a ésta, puesto que será, además de zona de oficinas, un espacio en el que recibir a arquitectos, distribuidores e instaladores.

Desde el primer momento del encargo la primera frase de la propuesta la tuvimos clara: el edificio será la propia exposición. El reto de construir un edificio con las carpinterías que pretendían mostrar, además de revestimientos interiores con los materiales que salían directamente de la fábrica, era algo realmente lógico y sugerente.

Salvo la estructura, que por un tema de resistencia al fuego se construyó con estructura de hormigón prefabricado, el resto se construye con productos de la fábrica.

El contraste entre la dureza de la estructura de hormigón y la delicadeza del muro cortina que ellos fabrican, resultaba algo muy sugerente para nosotros. La precariedad de los acabados del grueso de la industria en polígonos industriales de toda Galicia, es un tema de reflexión en este edificio. Construido con la misma estructura con la que se ha construido la mayor parte de estas construcciones, hemos querido vestir un chasis convencional de gala, para ver hasta que punto podíamos dotar de rasgos acogedores y amables, e incluso monumentales con la construcción de un gran atrio de entrada.

El programa fue la construcción de unos despachos de trabajo, un showroom y una sala de formación. Se asumió el encargo como tal, dividiendo en tres el programa, pero añadiendo un cuarto elemento que aglutinase todo y le dieses cierto sentido al conjunto. Este cuarto espacio es atrio de entrada, es exposición de producto de Exlabesa, ya que está construido con su muro cortina y a la vez un elemento fundamental a nivel energético. Además de esto, es un espacio pensado para charlar antes de una formación, en donde intercambiar opiniones de lo expuesto en el shorwroom, o donde esperar antes de entrar a una reunión. En donde pasan todas las cosas que hacen que las otras tres zonas funcionen de verdad.

El modelo tradicional de oficina de despachos independientes cerrados está cambiando. El espacio de trabajo influye directamente en el comportamiento y las emociones de las personas que desarrollan cualquier actividad. Humanizar los espacios de trabajo, incluyendo zonas de descanso, promoviendo el contacto visual y la interacción, facilitando zonas para pausas, comidas, reuniones, y zonas al aire, mejorando la calidad de vida del trabajador. Es por eso que la zona de oficinas es diáfana, y las salas de reuniones y actos, accesible de forma inmediata para promover el diálogo y la formación.

El edificio se distribuye en dos plantas, ambas conectadas por este atrio de 10 metros de altura. En la planta baja se ubican el salón de actos, el showroom y un taller para instaladores. En planta alta se sitúan las oficinas y salas de reuniones. Complementando estos usos un núcleo opaco que aglutina todo, y que contiene aseos, almacenes y ascensor.

El atrio de entrada, crea un gran efecto invernadero que se aprovecha para climatizar el edificio. El suelo interior y exterior construidos con granito, al mismo nivel, evidencian la delicadeza de un cerramiento que es capaza por sí solo de generar un microclima. Se ha diseñado un sistema de acondicionamiento higrotérmico que crea una cortina de ventilación que barre la fachada desde rejillas insertadas en el suelo y evacua el aire caliente a través de las ventanas de cubierta en épocas cálidas. En épocas frías se aprovecha el efecto invernadero acumulando calor en los cerramientos en contacto con las zonas de uso y recuperando el aire no acumulado para usarlo en la climatización mediante recuperadores de calor. Se completa el sistema con unos estores en la fachada este que se despegan en picos de calor en los que no es suficiente con ventilación forzada.

En cuanto a la construcción, el trabajo con sistemas prefabricados es lo que nos permitió diseñar una base muy regular para las carpinterías. Como arquitectos, vivimos persiguiendo la adaptación de nuestros planos, precisos, con una geometría estricta, a una realidad que no lo es. Lo que en un plano es una línea fina y perfecta, en la realidad puede ser un manchón, una línea gruesa y torcida o masa informe. El cemento se escurre entre las juntas de ladrillo, el hormigón contra el terreno es totalmente irregular, las piedras de un muro tradicional entran y salen varios centímetros. Y ese margen no se debe sólo a los materiales. Quien los coloca puede, ser nuevo en el oficio, puede que no le guste su trabajo o se puede encontrar mal y la jamba de aquella puerta no está lo recta que debiera porque aquel día tenía un dolor de hombro insufrible. Y la obra se va adaptando a todo eso, y en eso consiste gran parte de nuestro trabajo, en ir adaptando todo para recuperar cierta sensación de orden. Las cuñas, morteros de regularización, y tantos otros trucos, esconden todo eso para que la imagen final se parezca más a esa línea ordenada que casi todo el mundo quiere. Pero en este proceso el grado de incertidumbre es muy alto. Si lo que queríamos era mostrar las carpinterías en todo su esplendor, teníamos que usar el menor número de tapajuntas y cuñas posibles. No podíamos jugar con los sistemas habituales de piezas pequeñas que descansan sobre la mano de obra su exactitud.

La prefabricación supone no sólo velocidad, supone también menos incertidumbre y menores costes, aunque esto último sólo es así cuando el sistema es realmente popular. Este es el caso de la estructura utilizada. La mayor parte del panorama industrial gallego se construye con ella, miles y miles de metros cuadrados de naves industriales dispersos por nuestro territorio.

Nos parecía algo atractivo el jugar con esa estructura convencional y poner en valor su geometría exacta, dejándola vista, y vistiéndola con elementos más delicados. El contraste pone en valor en nuestra opinión las carpinterías que eran las protagonistas del toda la obra. Pieles finas y delicadas superpuestas a una estructura más bruta resalta esa tecnología que hace posible crear un microclima con una piel de pocos centímetros.

Todo lo expuesto anteriormente es la explicación de un lenguaje con el que hemos intentado hacer nuestra personal lectura de un paisaje híbrido, entre industrial y rural. Después de un primer impulso de protesta por la tendencia a la desestructuración de nuestro territorio, nos hemos dejado llevar por la el atractivo inusual de un paisaje caótico, hemos querido abrirnos a él y entra en el juego.