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Legislación sobre sistemas de control y automatización en viviendas y edificios
En octubre de 2014, el Consejo Europeo acordó el marco de política energética y climática 2030 para la UE, estableciendo un ambicioso objetivo para toda la economía europea de reducción, al menos en un 40%, de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. El Acuerdo de París reivindica el enfoque de la UE. La aplicación del marco de energía y clima para 2030 acordado por el Consejo Europeo es una prioridad en el seguimiento del Acuerdo de París.
La UE está consolidando un entorno propicio para la transición hacia una economía baja en carbono a través de una amplia gama de políticas e instrumentos interactivos reflejados en la Estrategia de la Unión en materia de Energía, una de las 10 prioridades de la Comisión Juncker.
La Comisión ha presentado propuestas clave para aplicar el objetivo de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030:
- En 2015, presentó una propuesta para reformar el sistema de comercio de emisiones (ETS) de la UE para garantizar las reducciones necesarias en el sector energético y de las industrias intensivas,
- En el verano de 2016, la Comisión presentó propuestas para acelerar la transición a bajas emisiones de carbono en otros sectores clave de la economía europea, y
- En noviembre de 2016 la Comisión Europea presentó un paquete de propuestas de medidas relacionadas con los cambios que están experimentando los mercados energéticos mundiales debido a la transición hacia la energía limpia, el denominado “Clean Energy Package”.
Europa debe jugar un papel de liderazgo en esta transición hacia el modelo de energía limpia, y por esta razón la UE se ha comprometido a reducir las emisiones de CO2 en al menos el 40% para 2030, lo cual servirá, directamente, para “modernizar” la economía de la Unión, contribuir al crecimiento económico y crear puestos de trabajo.
Las propuestas del “Clean Energy Package” representan las piezas clave restantes para implementar plenamente el marco de clima y energía de la UE para 2030, especialmente en materia de energías renovables y eficiencia energética, y con ellas se quieren alcanzar tres objetivos:
- Priorizar la eficiencia energética,
- Lograr el liderazgo mundial en energías renovables y
- Ofrecer un trato justo a los consumidores, que son los principales actores activos en los mercados energéticos del futuro.
Entre las propuestas del paquete se incluyen acciones para acelerar la innovación en energía limpia y renovar los edificios de Europa y contiene también una serie de medidas destinadas a proteger a los consumidores más vulnerables. Proporciona medidas para fomentar la inversión pública y privada, promover la competitividad industrial de la UE y mitigar el impacto social de la transición de la energía limpia. También explora formas en las que la UE pueda mostrar un mayor liderazgo en tecnología y servicios de energía limpia para ayudar a los países que no son miembros de la UE a alcanzar sus objetivos políticos.
Los consumidores de toda la UE tendrán en el futuro una mejor opción de suministro, acceso a herramientas fiables de comparación de precios energéticos y la posibilidad de producir y vender su propia electricidad. Una mayor transparencia y una mejor regulación ofrecen más oportunidades de participación a la sociedad civil en el sistema energético y responder a las señales de precios.
Estas propuestas de la Comisión están diseñadas para demostrar que la transición de la energía limpia es el sector en crecimiento del futuro. En 2015, las energías limpias atrajeron una inversión global de más de 300.000 millones de euros.
La UE está bien situada para utilizar sus políticas de investigación, desarrollo e innovación para convertir esta transición en una importante oportunidad industrial. Mediante la movilización de hasta 177.000 millones de euros de inversión pública y privada al año a partir de 2021, este paquete puede generar hasta un 1% de aumento del PIB durante la próxima década y crear 900.000 nuevos puestos de trabajo.
Las propuestas legislativas de “Energía limpia para todos los europeos” abarcan los siguientes aspectos: eficiencia energética, energías renovables, el diseño del mercado de la electricidad, la seguridad del suministro de electricidad y las normas de gobernanza de la Unión de la Energía y la Comisión propone, además, una nueva vía para el diseño ecológico, así como una estrategia para la movilidad conectada y automatizada.
Una de las medidas de este paquete es la revisión de la Directiva de eficiencia energética en edificios (Directiva 2010/31/UE), y de entre las propuestas de revisión destaca la introducción de los sistemas de control y automatización de viviendas y edificios como medio para mejorar la eficiencia energética de las instalaciones del edificio. Concretamente, se propone lo siguiente:
- Que los edificios no residenciales con un consumo de energía primaria total mayor de 250 MWh al año dispongan de sistemas de control y automatización que sean capaces de supervisar, analizar y adaptar permanentemente el consumo de energía, que detecten las pérdidas de eficiencia en las instalaciones técnicas e informen de las posibilidades de mejora de la eficiencia energética y puedan comunicarse con instalaciones técnicas conectadas e interoperar con equipos y dispositivos de distintas tecnologías y fabricantes,
- Que los edificios residenciales con una instalación técnica del edificio centralizada con una potencia nominal útil acumulada superior a 100 kW dispongan de un sistema de seguimiento electrónico permanente que mida la eficiencia de las instalaciones e informe de cuando ésta disminuye de forma significativa y cuando es necesario repararla. Este sistema de seguimiento electrónico permanente también puede disponer de funcionalidades eficaces de control para optimizar la generación, distribución y consumo de energía.