El afamado arquitecto vigués, Manuel Gómez Román, diseñó en 1926 este elegante edificio situado la rúa de Velázquez Moreno, que forma parte del conocido Ensanche de Vigo, compuesto por semisótano, bajo y tres plantas de viviendas.

Inicialmente, en sus bajos se instaló la sastrería Comesaña, posteriormente se estableció el comercio Baladrón, muy conocido en la ciudad, que llegó a dar nombre popular al propio edificio.

El inmueble, dispone de un alto grado de protección en el Plan Especial de Edificios a Conservar, con indicación expresa de conservación de la estructura, resuelta con fachadas portantes graníticas y estructura interior de hormigón armado.

El programa incluye la rehabilitación del bajo y semisótano, dedicado a oficinas y las plantas primera, segunda y tercera dedicadas a uso residencial, y una ampliación que conforma el nuevo ático.

Una de las primeras acciones, se centró en la recuperación de la fachada original, que se había visto alterada por la creación de escaparates del conocido comercio anteriormente citado. Sobre la fachada principal, destacada un mosaico con motivos ornamentales, que debió ser consolidado para recuperar todo su esplendor.

Ante el deterioro de algunos de los elementos portantes, se realizó un cuidadoso refuerzo estructural, garantizando la adecuación de la capacidad de vigas, pilares y forjados, para las demandas recogidas en la normativa.

Cabe destacar la recuperación integral de la escalera central del edificio, manteniendo tanto los pavimentos de madera, con la barandilla original, resuelta con balaustres de fundición y pasamanos de madera, así como el mármol original del pavimento del portal.

En pasillos y estancias principales, se ha realizado un cuidadoso trabajo de recuperación de las molduras originales de yeso, que imprimen un carácter singular a las distintas estancias.

En lo referente a las carpinterías, se han recuperado todas aquellas en las que su estado lo permitía o realizando réplicas de acuerdo con los patrones originales. Los pavimentos originales de tea fueron desmontados, tratados para su conservación y vueltos a instalar en el lugar original.

La adaptación de las instalaciones a las demandas del siglo 21, planteó un diseño basado en la introducción de los criterios de sostenibilidad y eficiencia energética en todos sus elementos.

La generación de calor para las oficinas, tanto para climatización como para ACS, se realiza mediante fuentes de energía renovable, empleando bombas de calor de aerotermia situadas en cubierta. La distribución de calefacción y refrigeración en las viviendas se ha resuelto con suelo radiante, mientras que en las oficinas y en el ático, se suma la climatización por conductos.

Se ha optimizado la renovación de aire con la introducción de recuperadores de calor, que sumado a la renovación de la envolvente térmica (trasdosados en fachadas y medianeras, cáviti aislado en planta semisótano y SATE en la fachada posterior y de cubierta), reduce de modo considerable las pérdidas térmicas.

Respecto a la iluminación interior del edificio, se emplea en la totalidad de las estancias tecnología LED, adaptándose a la demanda contemporánea y disminuyendo a su vez el consumo energético.

El trabajo realizado en el edificio, cuidadoso y elegante, permite recuperar para la ciudad un edificio singular que se engloba en una de las zonas más destacadas desde el punto de vista arquitectónico.

Una vez realizada las rondas de visitas a los distintos edificios, escuchar las detalladas descripciones de los técnicos encargados del proyecto y ejecución de la obra, los miembros del Jurado Aproin han valorado positivamente los trabajos realizados en el edificio de Velázquez Moreno nº16, reconociendo la calidad, la sensibilidad y la buena ejecución de la rehabilitación realizada.

Por todo ello, el Jurado ha decidido otorgarle la más alta distinción en el apartado de Rehabilitación.